Ali Agca, libre
Después de casi tres décadas de cárcel, el terrorista turco que atentó contra Juan Pablo II queda hoy en libertad
Actualizado:«Yo, Agca, he matado al Papa para que el mundo sepa que hay miles de víctimas del imperialismo». Así rezaba la nota manuscrita que Ali Agca llevaba en su bolsillo la tarde que intentó asesinar a Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro. Eran las 17.17 horas de un caluroso miércoles 13 de mayo de 1981, cuando el terrorista turco alzó entre la multitud su pistola Browning de nueve milímetros y disparó cuatro veces. Le alcanzaron dos balas y Karol Wojtila cayó herido de gravedad en los brazos de su secretario, Stanislav Dziwisz, a bordo del 'papamóvil'.
Agca fue detenido instantes después del ataque y en pocos meses fue condenado a cadena perpetua en Italia. El terrorista lanzó desde prisión todo tipo de teorías conspiratorias sobre el cerebro que le ordenó atentar. La principal, la 'pista búlgara', que involucraba a los servicios secretos de Sofía y a la mafia turca. Tal hipótesis cayó por su propio peso. El Vaticano dijo saber lo que realmente había ocurrido y el propio Juan Pablo II se lo insinuó a Agca cuando fue a visitarle, y a perdonarle, a la cárcel. El terrorista no dudó en preguntar al Pontífice: «¿Por qué sobreviviste? Soy un buen tirador». Wojtila respondió: «Tu mano disparó, pero la Virgen de Fátima desvió las balas». En el año 2000, durante su última visita al santuario portugués, Juan Pablo II ordenó que se desvelase el llamado 'Tercer secreto de Fátima', según el cual el atentado de Agca fue anunciado por la Virgen a los pastorcillos a los que se apareció en 1917.
Tras la revelación, el entonces presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, indultó al terrorista, que llevaba preso 19 años. Sin embargo, no quedó libre. Fue extraditado a Turquía, donde tenía pendiente otra pena por el asesinato de un conocido periodista del país, Abdi Ipecki, perpetrado por Agca dos años antes de su atentado contra Juan Pablo II.
Tiene 52 años y un gran olfato para los negocios. Planea un circuito de entrevistas televisivas e incluso un libro para el que anuncia «la auténtica verdad, con muchas revelaciones», previo pago, por supuesto, de sumas millonarias. Su familia ha confirmado que tiene ofertas para documentales y entrevistas de varios medios de todo el mundo. Las estudiarán «en función del dinero que ofrezcan».
Por el momento, está previsto que hoy sea recogido por su hermano y sus allegados a su salida de la cárcel de alta seguridad de Sincan, a unos 40 kilómetros de Ankara. Le trasladarán a algún hotel de la capital donde recibiría protección especial, a petición de su familia. Después, viajará.