Privilegios en Diputación
Actualizado:En los tiempos que corren tener un trabajo fijo y un salario digno les puede parecer a muchos un privilegio pero creo que nadie debe considerar privilegio lo que debería ser la norma. Los trabajadores de Diputación no somos responsables de las tasas de desempleo, la inestabilidad laboral y los bajos salarios existentes. Yo tengo claro quiénes son los responsables y mi deseo es que todos tuvieran un empleo fijo y un salario digno como yo. Esto, a los trabajadores de Diputación, nos ha sido posible tras varios años de batallas a partir de que se nos dio la libertad -años antes la tenían la mayoría de trabajadores- de negociar nuestras condiciones de trabajo. Antes de esta libertad los privilegiados eran otros cuando sus salarios, a veces, cuadruplicaban los existentes en Diputación donde apenas unos pocos solicitaban su ingreso.
Sí es cierto que quedan algunas reminiscencias de ese pasado pobre consistentes en ayudas de diverso tipo y cuyo importe global, que forma parte del montante salarial de los trabajadores, debería ser redistribuido de otra forma. No todos los trabajadores de Diputación tienen asistencia médica privada. No la tienen ni la han tenido nunca el personal laboral ni los funcionarios cuyo ingreso se produce a partir de 1993, sólo aquellos funcionarios que provenientes de la MUMPAL conservaron, por decisión de la Corporación, dicho sistema de cobertura médica. Por cierto que los diputados, con independencia de su fecha de ingreso y de tener cobertura médica pública o privada por su actividad profesional, sí que están acogidos a nuestro sistema sanitario.
Sí es cierto que la gran asignatura pendiente en Diputación sigue siendo el ingreso en la misma. La endogamia laboral en sus vertientes político-sindical y familiar es cada vez mayor sin que los responsables políticos le pongan freno. Quizás porque son los que más se benefician manteniendo esta situación.