Ricardo García trata de llegar al vestuario tras el descanso del partido ante los insultos y las protestas de los aficionados del Industrial. :: JAVIER FERNÁNDEZ
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Un empate con mucho sabor a victoria

Ricardo García se volvió a sentar en el banquillo y dice que habrá fichajes esta semana, mientras que los socios impidieron que se abriera la taquilla El Industrial jugó con diez futbolistas de la primera plantilla y Vázquez se lesionó en el minuto 20

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Un punto con sabor a victoria. El Jerez Industrial disputó ayer uno de los compromisos más complicados de la temporada y no precisamente por la visita del Lucena. El equipo llegaba al choque ante su público con once jugadores del primer equipo, sin entrenador y con un ambiente mucho más caldeado, si cabe, que en jornadas anteriores. Pese a todo, los industrialistas se dejaron la piel en el campo, lucharon hasta el pitido final y gozaron de algunas ocasiones, incluso, para poder llevarse el choque.

Antes de arrancar el encuentro, una buena parte de aficionados del cuadro del catavino impidieron a las puertas del campo de La Juventud que se abriesen las taquillas, por lo que todos los espectadores entraron de forma gratuita al choque. Una medida de protesta de los socios para pedir la marcha del presidente, Ricardo García, que ayer se volvía a sentar en el banquillo del equipo para dirigir a los suyos.

Y con todo, el partido comenzó con una nueva protesta de los futbolistas. Los once jugadores que había sobre el campo realizaron una sentada durante 30 segundos. Después se olvidaban de los problemas, con un equipo improvisado y de circunstancia, y plantaban cara a un Lucena que no supo leer el choque y que dispuso de algunas ocasiones para ganar pero que no supieron aprovechar, gracias en parte, a una buena actuación del portero Aragón.

Primeras ocasiones

A los seis minutos iba a llegar la primera ocasión para los locales. Dani, que fue el único juvenil que salió de inicio y que dejó buenas sensaciones, se plantaba solo ante la meta de Toni García, pero la buena colocación del portero visitante impidió el primero. El buen arranque del Industrial espoleaba a la afición, que a su vez jaleaba a Ricardo con insultos y pidiendo su marcha. Mientras tanto, la chispa de los de casa iba a más y a los doce minutos Adrián Gallardo gozó de otra oportunidad que a punto estuvo de entrar.

Pero no todo iba a salir bien dentro del terreno de juego y poco antes de la media hora Vázquez tenía que marcharse lesionado dejando su puesto al canterano Antoñito. El cambio del sevillano tampoco hizo bajar la intensidad y bien plantado sobre el campo el Industrial seguía dando pocas concesiones al Lucena, que no se acercó a la puerta de Aragón en la primera mitad con peligro. Antes del descanso, Dani iba a tener otra oportunidad. Se deshacía de un defensa y desde fuera del área disparaba alto.

Así se llegaba al descanso entre aplausos y protestas de la afición industrialista. Por un lado valorando el trabajo de la plantilla y, por otro, cargando contra el empresario sevillano, que cada vez que salía del banquillo para dar órdenes a los suyos era increpado por los espectadores que se dieron cita en La Juventud.

La segunda parte tampoco iba a cambiar el marcador inicial. Una escena con jugadas de ida y vuelta y con poco brillo en lo que a fútbol se refiere. Eso sí, el Lucena dispuso de la mejor ocasión del partido al estrellar Quique un balón en el travesaño. Diez minutos después iba a llegar el momento de Aragón que le sacó un gran balón a Cabello.

Gallardo la tuvo para el Industrial en el 79 y un minuto más tarde, en un encuentro totalmente roto, los cordobeses iban a disponer de otras dos claras oportunidades, aunque la intervención del portero del Industrial impidió una nueva derrota de los locales en un partido en el que el grupo inglés estuvo en las gradas y se interesó por los jugadores titulares. Por otro lado, la plantilla inicia hoy una huelga que será indefinida.