La sangría económica se agrava en 2009 con casi un centenar de empresas gaditanas en quiebra
Los procesos judiciales por suspensión de pagos se duplican en sólo un año y atascan el único juzgado de lo Mercantil de la provincia
CÁDIZ. Actualizado: GuardarComo era de esperar, el número de empresas ahogadas por la crisis se ha duplicado durante el pasado año 2009, el segundo desde que la economía mundial comenzó la cuesta abajo. En el juzgado de lo Mercantil de Cádiz, la situación se ha vuelto insostenible. El número de empresas que se han declarado en concurso de acreedores para liquidar sus deudas se acercó al centenar en apenas 12 meses, casi el doble que un año antes, cuando este proceso lo iniciaron 44 compañías. Concretamente, han sido 83 las empresas que han iniciado el proceso concursal, es decir, entraron en quiebra y decidieron poner en manos de la justicia la devolución de sus deudas a sus proveedores, clientes o los propios empleados por medio de la liquidación de los activos. El proceso concursal es lento, pero también el más beneficioso y garantista para los afectados. A él no sólo se pueden acoger grandes empresas, sino incluso particulares. De hecho, a lo largo de 2009, al menos 16 concursos fueron solicitados por personas físicas, ahogadas por las deudas.
Si 83 concursos ya es una cifra elevada, según explican desde el jugado de lo Mercantil gaditano, la cantidad de compañías que solicitaron iniciar el proceso es aún mayor, hasta un total de 97, aunque muchas de ellas se inscribieron a finales de año y tendrán que esperar a 2010 para comenzar su andadura por los juzgados.
Desde la creación de la Ley Concursal, en el año 2004 (que sustituía la declaración de suspensión de pagos por este nuevo procedimiento), los asuntos en lo Mercantil no ha dejado de crecer año por año, por encima de sus posibilidades. Aunque han sido los dos últimos de la crisis los que han colocado al juzgado gaditano -el único de la provincia para este tipo de asuntos- al borde del colapso. No en vano, sólo las 83 empresas que el año pasado se declararon en concurso ya duplican la suma de todas las declaradas desde 2004 hasta 2007 (un total de 33).
Los expertos fechan en el verano de 2007 el inicio definitivo de la crisis, cuando estalló la burbuja de las hipotecas 'subprime' en Estados Unidos, afectando con su onda expansiva por todo el mundo con la contracción de créditos financieros. Las estadísticas del juzgado de lo Mercantil gaditano así lo confirma: si en 2007 las empresas gaditanas en concurso apenas llegaron a las 14 (la primera de ellas, Delphi), un año después las cifras se desbocaron hasta las 44 quiebras en la provincia. La mayoría, como era de esperar, pertenecían al malogrado sector de la construcción y a las ciudades de Jerez y Algeciras.
El problema, sin embargo, no se encuentra sólo en el número de nuevos asuntos que llegan hasta las manos de Nuria Orellana, la titular del juzgado de lo Mercantil de Cádiz; sino la cantidad de casos que se van acumulando en las estanterías, ya que, como explica la jueza, «los concursos nacen, se reproducen, pero son pocos los que mueren». Como ejemplo, sólo basta con recordar que el primer asunto en entrar en el juzgado allá por 2004, aún sigue estancado en las estanterías.
Entre los procesos concursales más importantes del año que acaba de finalizar, destacan el de empresas hasta ahora consolidadas como la arcense de ladrillos Juanjo. Aunque, sin duda, «el de mayor trascendencia social», según Orellana, ha sido el del club de fútbol del Xerez.
Pesimismo
A finales de 2008, el colapso en el órgano de lo Mercantil de Cádiz, donde apenas trabajaban cinco funcionarios, motivó que el Consejo General del Poder Judicial sugiriese la creación de un juez de apoyo que desatascase y que el Congreso de los Diputados anunciaran la creación de un segundo órgano para la provincia, que se situaría en Algeciras. «Hay algunos casos que necesitarían un juzgado propio para resolverlos», asegura Orellana. Sin embargo, hasta ahora las mejoras sólo han llegado con la ampliación de tres funcionarios más en los despachos de la capital.
¿Cabe pensar en que los brotes verdes puedan frenar esta sangría de empresas en 2010? Javier Sánchez Rojas, vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, se muestra pesimista y teme que la tendencia de cierres no cese y recuerda que, a las compañías que llegan a los juzgados hay que sumar un número de pequeñas compañías satélite, que padecen la suspensión de los pagos. «Si no hay cambios en la actitud y los planteamientos de las entidades financieras, para que abran el grifo de créditos, vamos a tener un año 2010 igual de duro, aunque espero equivocarme».