Dura Prueba

El vaticinio que augura un ejercicio 2010 enormemente difícil para el sector bancario zarandeado por la confluencia de varios factores negativos puede propiciar una dura prueba para unas instituciones financieras que hasta ahora habían capeado la crisis decorosamente. Aunque la vicepresidenta Salgado advirtió a las entidades bancarias que pagarán todo lorecibido del Estado con intereses, los problemas del sector no serán tanto devolver aquellos fondos como adecuar sus estructuras y provisiones extraordinarias al crecimiento de los impagos y al deterioro de sus activos. El anunciado recorte de gastos y el proceso de fusiones, al menos en las Cajas de Ahorro, constituye un paso obligado derivado del enfriamiento crediticio. Pero las lecciones de la crisis aconsejan a los gestores recuperar los solventes criterios del negocio de la banca comercial rompiendo amarras con el riesgo especulativo cuyo pinchazo tuvo al sistema financiero al borde de derrumbe total.