ALERTA DE CAMBIO
Actualizado:La temporada se pone interesante: El IESA, organismo que hasta hace poco dirigía el actual portavoz del Gobierno regional, Manuel Pérez Yruela, ha sacudido el mortecino panorama político al publicar un sondeo, según el cual, si las elecciones en Andalucía fueran ahora mismo, el PP ganaría al PSOE con un 43,2% frente a un 41,6%. No en vano es la primera vez en la historia de la autonomía en que un barómetro oficial coloca al partido liderado por Javier Arenas en posición de ganador en un territorio-fortín del PSOE, granero de votos para gobernar en Madrid.
Si el PSOE perdiera la Casa Rosa se produciría un cambio sustancial, incluso social, en la región, pero tampoco habría un cataclismo. Nada que no haya sucedido, por ejemplo, en el País Vasco, donde el PSOE ha sustituido al PNV en situación mucho más dramática; en Galicia, donde el PP perdió su inveterada mayoría en manos del PSOE-BNG y luego la ha vuelto a recuperar, o en Cataluña, donde la salida de la Generalitat de CiU y su también supuesta trama clientelar pasó sin suicidios colectivos. Alguna vez tendrá que ser. Los cambios suelen ser saludables, sobre todo para los que llegan, claro. Un dirigente del PP ha comentado que si ganaran no tienen militantes suficientes para todos los cargos públicos a cubrir y habrían de llamar a toda su familia. Un avance muy poco estimulante, la verdad, acerca de sus intenciones de cambio y reforma de la Administración. En la ejecutiva socialista gaditana se ha llamado a la calma, con el argumento de que son los mismos datos que en el 94, y que luego se remontaron, pero se ha tomado nota. El lunes todos los cargos públicos han sido llamados a San Antonio para diseñar un plan de «penetración en la sociedad».
De todos modos, una Junta en manos del PP es una hipótesis que hoy por hoy no cabe en la cabeza de los dirigentes socialistas, que se resisten a creer en un fin de ciclo y aseguran que a la hora de coger la papeleta de Javier Arenas, la gente no se atreverá. Yo que ellos no me confiaría, aun concediendo que quedan dos años para los comicios, que este tipo de sondeos son más de coyuntura, que reflejan el enfado general de la gente por la crisis, que todo dependerá del calendario y de cómo estén los bolsillos de los votantes en el momento de acudir a las urnas... Aun concediendo, añado, que Arenas sigue sin aprobar y se queda en el 4,64%, frente al 5,23 de Griñán, a quien el sondeo debe preocupar: el 42,7% ve negativamente su sustitución de Chaves. El delicado momento de transición interna es un factor a considerar en todo análisis o estrategia.
Al PSOE andaluz le queda un alto porcentaje de apoyo, a pesar de tantos años de poder y de desgaste. En sus manos está hacer caso a uno de los datos más llamativos del barómetro: El 57% de los andaluces cree que Griñán debe «cambiar mucho o bastante» su acción de gobierno. Lo primero, por urgente, es regenerar la vida política, a ser posible desde dentro. No se olvide que los españoles consideran que el tercer problema del país es la clase política. Alguien debe demostrar que aún se puede creer en ella.