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fútbol | primera división

El Atlético 'mata' y el Sporting juega

Los rojiblancos golpearon al contragolpe y prosiguen la remontada tras firmar su tercera victoria consecutiva en Liga

I. Tylko | Madrid
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La suerte, además de la actitud, ha cambiado en el Atlético desde el sonrojo de Huelva. Si el jueves firmó una remontada histórica gracias a un golpe franco de Simao cuando agonizaba con uno menos, este domingo se impuso al Sporting en un duelo en el que los asturianos pusieron el fútbol y el dominio, y los madrileños su pegada al contragolpe. Después de tres victorias consecutivas, algo impensable jornadas atrás, los del Manzanares huyen de los fantasmas del descenso y sueñan con seguir su remontada hacia Europa.

En el típico día de resaca copera, el Atlético decidió pertrecharse atrás, dejar hacer a un Sporting vistoso pero blandito, inocente, y matar a la contra, sin necesidad de elaborar en la zona de creación. Se aprovechó del buen momento de Agüero cada vez que tocaba el balón y de las ganas de Forlán, transformado desde que se la criticó por pasearse por el Nuevo Colombino. El uruguayo, que se retiró lesionado por un esguince de tobillo, recordó al del curso pasado. Buscó el balón, se mató a correr, se internó, golpeó y asistió.

Tanto ha cambiado la situación en los 'colchoneros' que hasta Assunçao, notable recuperador pero pésimo llegador, marcó su primer gol como rojiblanco. Desde 2003 no veía puerta el luso, quien se abrazó a Quique por perdonarle el mayúsculo error de su expulsión en Copa y declararle "imprescindible" públicamente. Una diana, tras dejada de cabeza de Forlán desde la misma línea de fondo, que llegó cuando el Sporting amenazaba seriamente con darle la vuelta al partido. Había igualado el primer gol de Forlán por un ingenuo penalti de Asenjo -muchos 'colchoneros' se decantan por el joven De Gea- y dominaba en el arranque de la segunda mitad.

El duelo también dejó su primer gol con el primer equipo de Ibrahima, un delantero de origen senegalés que, cosas del destino, se hizo con un hueco en el filial porque se lesionó Borja, internacional en las selecciones inferiores. Y el estreno del centrocampista portugués Tiago. Entró en lugar de Raúl García para disfrutar del último cuarto de hora y aprendió que en el Calderón no hay tarde tranquila, ya que Morán acortó distancias en el último minuto y generó incertidumbre en el descuento. Nervios que ya no padeció Diego Castro, el mejor de los visitantes, porque antes se había retirado en camilla.