«No podía soportar más los dolores»

Hasta 53 días de dolores tuvo que soportar una joven de 21 años, tras dejarle el ginecólogo que la atendió en su primer parto, una gasa olvidada en el interior de la vagina. «Empecé a sufrir molestias en el bajo vientre, como pinchazos agudos, y retortijones», así lo explica la joven madre en la denuncia que interpuso contra la compañía de seguros de salud, Adeslas, y el ginecólogo que la atendió en el parto en el Hospital San Rafael. «El ginecólogo le restó importancia y las molestias iban a más, día tras día, por lo que acudí de nuevo al médico y le expliqué que incluso olía mal pero no me prestó atención», señala la joven.

Los dolores se hicieron más profundos a medida que pasaban los días hasta que finalmente tuvo que ser atendida de urgencias en el Hospital Nuestra Señora de la Salud de Granada, cuando se encontraba con su esposo de viaje en la capital granadina. «La ginecóloga de guardia me extrajo casi un litro de pus provocado por el rollo de gasa podrida» explicó. «Nada más sacarlo, lo tiró a la basura y tuvo hasta que anudarlo y cerrarlo de lo mal que olía».

La paciente tuvo que ser tratada durante diez días más con un antibiótico para controlar la fuerte infección que se había producido.