LA RAYUELA

Desagradecidos

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Escribo bajo la desagradable impresión que me han causado los resultados de un estudio sobre la inmigración en Europa y EEUU (Transatlantic Trends. Inmigration. BBVA. 2009). De su lectura se me ha quedado atragantada la palabra que he elegido para titular este artículo.

Una de las tendencias más admirables sobre la llegada reciente de inmigrantes a España ha sido la buena acogida que se les ha dispensado, la opinión positiva sobre su presencia y las actitudes proclives a la integración, con niveles de xenofobia y racismo que eran la envidia de Europa.

¿Algo está cambiando en esta percepción y valoración de los inmigrantes? ¿Es consecuencia de la crisis económica? Sí y no dice el estudio. Aumentan los porcentajes de los que consideran la inmigración un problema y ven muchos más inmigrantes de los que hay. Pero no toda la sociedad piensa igual. El mayor discriminante de las opiniones es el factor ideológico, o político. Posicionados en una escala de uno a diez desde la extrema derecha a la extrema izquierda, son los que se sitúan a la derecha los que mayoritariamente defienden estas posiciones. Lo que ha cambiado sustantivamente es la visión del fenómeno migratorio de la derecha, acentuada por la crisis económica.

La xenofobia comienza a aflorar a pesar de que la manida "avalancha" migratoria se ha detenido en seco: el número de inmigrantes contratados en origen ha disminuido el 93% en dos años (Anuario Inmigración en España, 2009) y más de 13.000 inmigrantes han retornado a sus países de origen en el último año (Programas de retorno voluntario y humanitario).

El nuevo paradigma de la xenofobia es Vic, cuyo Ayuntamiento pretende burlar zafiamente la legislación para impedir a los irregulares empadronarse en su municipio. El trasfondo es la lucha por los votos de derecha dura y de la nacionalista, que amenazan con entregárselos a la extrema derecha, al partido fascista Fuerza Nueva que trasmutado en la Plataforma per Catalunya ya tiene 17 concejales. Pronto seremos tan europeos como la Suiza que prohíbe los minaretes o la Calabria que apalea y expulsa a los inmigrantes. ¡Que pronto olvidamos los tiempos de bonanza. Cuando Vic era un ejemplo de integración con el 24% de inmigrantes y se hablaba del "modelo Vic" de escolarización! ¿Y qué decir del vergonzoso seguidismo de los partidos de "izquierda" como el PSC y ERC?

Reconforta conocer que el informe Opiniones de la población andaluza ante la Inmigración (datos de 2008), mantiene una mayoría social amplia a favor de la inmigración. Otro estudio sobre la integración en la escuela (Universidad de Granada, 2010) advierte sobre el "nuevo racismo" que asoma. La inmigración no es un problema, es un desafío de la humanidad.