EE UU lanza una masiva operación de ayuda a Haití

Estados Unidos ha reaccionado al desastre de Haití con más prontitud y más efectivos que cuando el huracán 'Katrina' golpeó las costas de Nueva Orleans en agosto de 2005. Tras la significativa incorporación de Bill Clinton, enviado especial de la ONU para Haití, como uno de los coordinadores del esfuerzo internacional, Barack Obama compareció ayer en la Casa Blanca junto a al vicepresidente, Joe Biden, y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para prometer el apoyo «total» de EE UU en la recuperación y reconstrucción del país caribeño.

Además de los 100 millones de dólares (unos 69 millones de euros) aprobados con carácter de urgencia, el presidente ordenó el envío de un gran contingente militar, incluido el portaaviones 'Carl Vinson', que se dirigía ayer a la bahía de Puerto Príncipe procedente de Virginia con unos 2.000 marines y más de 3.000 soldados de la 82 División Aerotransportada. La mayoría, veteranos de Afganistán y de Irak, no han ocultado estar más motivados en esta ocasión para luchar contra la destrucción y la desolación causadas por el terremoto.

«Al pueblo de Haití le decimos con claridad que no será abandonado, no será olvidado», afirmó un emocionado Obama. En una muestra de generosidad sin precedentes cercanos en la actitud de Washington hacia desastres de similar magnitud, el mandatario ofreció «todos los elementos de nuestra capacidad nacional, nuestra diplomacia y la asistencia al desarrollo, el poder de nuestras Fuerzas Armadas y lo más importante, la compasión de nuestro país». No obstante, tanto el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, como su colega del Departamento de Estado, Philip Crowley, negaron que EE UU esté «tomando el control» de Haití.

Mientras, la secretaria de Salud y Servicios Humanos, Kathleen Sebelius, anunció el envío inmediato de 300 médicos y paramédicos y puso a otros 12.000 en alerta para un posible despliegue en el país caribeño. Además, personal especializado de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades también se desplazarán a Puerto Príncipe para ayudar a supervisar la calidad de los alimentos y el agua disponibles, con el fin de evitar la propagación de infecciones. Otro tanto se hará con equipos forenses enviados por diferentes estados de la Unión para identificar a los fallecidos.

Esfuerzo a largo plazo

A la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, le tocó puntualizar que el compromiso de Estados Unidos con Haití no se va a limitar a ser una tarea duradera en el tiempo. «Estamos haciendo todo lo posible para aclarar cuál es la mejor manera de encarar esta devastación, y éste será un esfuerzo a largo plazo», relató la jefa de la diplomacia estadounidense, que ha cancelado su gira por Asia para dirigir las tareas de ayuda y reconstrucción.

Por su parte, la primera dama, Michelle Obama, hizo un llamamiento para que los ciudadanos hagan donaciones para los damnificados de Haití a través de la web de la Casa Blanca. «Es una situación que no va a ser cuestión de semanas o meses, es algo a lo que vamos a tener que prestar atención durante muchos años», dijo la esposa del presidente.

El Gobierno estadounidense «está centrado en enviar rápidamente el mayor número de recursos posibles para poder salvar el máximo número de vidas», subrayó, al inicio de un discurso ante los empleados del Departamento de Trabajo.