Un menor detenido por apuñalar a un joven con el que se cruzó por la calle

Día 1 de enero. Cinco de la madrugada. Buena parte de la ciudad sigue inmersa en la celebración de la entrada en el nuevo año. La noche es desapacible, aunque la lluvia concede una pequeña tregua después de varios días de presencia continua. Un grupo de jóvenes cruza la Rotonda de los Casinos y se dispone a enfilar la calle Larga, posiblemente en busca de un local en el que seguir de fiesta. Lo que no saben en ese momento es que ésta ha terminado ya para ellos. Igual que para otra reunión de chavales que se cruza en ese momento en su camino.

Sobrevino entonces lo que se pudo haber convertido en una auténtica tragedia. El relato policial así lo refleja: se desconoce la razón, pero comenzó una discusión, en la que unos increparon a otros y el enfrentamiento consiguiente fue subiendo de tono hasta que comenzó una pelea en la que intervinieron buena parte de los presentes. En un momento dado, uno de ellos habría sacado un arma blanca y atacado con ella a otro. Fuentes de la Policía Nacional apuntan que se la habría clavado por la espalda, afectándole directamente al pulmón.

La víctima, de 19 años de edad, cayó desplomada en el acto. Fue trasladada poco después al hospital. Una vez allí, y ante la gravedad de las lesiones sufridas, se decretó su ingreso en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos). Sufría una herida penetrante por arma blanca que le alcanzó el hemitórax izquierdo (pulmón) y le produjo un neumotórax y contusiones incisas superficiales varias, diagnosticadas como lesiones graves. Se llegó a temer por su vida, aunque las intervenciones practicadas han permitido que fuese dado de alta hace unos pocos días.

La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional abrió de inmediato una investigación que ha llevado con discreción hasta que ésta ha dado sus frutos. Reconoce que ha sido posible gracias a un trabajo «minucioso y laborioso». El mismo se basó, lógicamente, en los testimonios recogidos y en las descripciones que les fueron facilitadas del presunto agresor. No tardaron en descubrir que podía tratarse de un menor de 16 años de edad, que fue localizado y detenido este pasado jueves, acusado de ser el posible autor de un delito de lesiones graves. Posteriormente, tras completar las diligencias, fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores, que es la que ahora deberá decidir qué hacer con el menor.

Sin antecedentes

El futuro inmediato del presunto agresor depende, por tanto, de lo que decida el fiscal. Según las fuentes consultadas, lo habitual en estos casos es que estudie con detenimiento el informe policial, así como las circunstancias en las que se produjeron el suceso y las consecuencias que éste tuvo. Aunque se llegó a temer lo peor, la víctima ha logrado finalmente salvar su vida, por lo que la imputación es solamente por un delito de lesiones graves. En caso de que hubiese fallecido, lo más probable es que se hubiese decretado su ingreso inmediato en un centro de menores.

Ahora podría no ser así, ya que el menor carece de antecedentes, tal como aseguraba la Policía Nacional ayer a LA VOZ. Al menos de antecedentes por causas violentas como la ocurrida la pasada madrugada del 1 de enero. En tal caso, quedaría a la espera de la celebración del correspondiente juicio, en el que el juez sería el encargado de dictaminar la posible pena a imponer al acusado después de escuchar a las partes y a los testigos.