El canciller austriaco, Werner Faymann, y José Luis Rodríguez Zapatero, ayer, en Viena. :: AFP
ESPAÑA

Zapatero estará con Obama en el 'Desayuno de Oración' de Washington

El jefe del Ejecutivo, laicista declarado, acepta ser el invitado de honor en este acto religioso que organiza una fundación cristiana

VIENA/BRATISLAVA. Actualizado: Guardar
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El presidente del Gobierno ha sido invitado a participar en el 'Desayuno de Oración Nacional' del próximo 4 de febrero en Washington junto al presidente de Estados Unidos, Barack Obama. El acto, de origen religioso, ha acabado por convertirse en un foro político económico y social del que son anfitriones los miembros del Congreso, pero aún conserva parte de su vocación primiginea. De hecho, quien lo organiza es la Fellowship Foundation, una organización cristiana conservadora.

El acontecimiento central de esta jornada -«significativa y singular», en palabras del jefe del Ejecutivo español- es un discurso matinal ofrecido, desde hace años, por el presidente de Estados Unidos y, otro más, a cargo de un invitado cuya identidad se mantiene en secreto hasta el momento justo de su aparición ante los invitados. Salvo este año, en que la prensa española ha hecho saltar por los aires una tradición de muchos años.

El papel coestelar en esta reunión religioso-política ha recaído en años anteriores en reconocidos católicos como el ex primer ministro británico, Tony Blair, el cantante del grupo irlandés U2, Bono, o la madre Teresa de Calcuta. Todos ellos incluyeron en sus discursos referencias a la fe como elemento vital en sus vidas. Dos ejemplos ilustran el tenor de las intervenciones: «Para miles de millones de personas, la fe motiva, galvaniza, compele e inspira, no a excluir sino a abrazar; no a provocar conflicto sino a intentar hacer el bien. Eso es fe en acción», dijo el ex primer ministro británico el año pasado.

Su intervención venía precedida de la primera actuación de Obama en este foro que arrancó así: «Michelle y yo estamos honrados de unirnos en vuestra oración esa mañana. Sé que este desayuno tiene una larga historia en Washington y la fe ha sido siempre una fuerza conductora en la vida de nuestras familias, así que nos sentimos como en casa y deseamos mantener esta tradición mientras permanezcamos aquí». Fue el propio presidente estadounidense quien explicó, ante los algo más de 3.000 invitados de todo el mundo reunidos en el hotel Washington Hilton, que el origen de este acto se remonta a los años de la 'Gran Depresión', cuando abrumados por los altos índices de desempleo y pobreza, los líderes de la comunidad de Seattle decidieron hacer «algo más» por aquellos que más sufrían y se reunieron para rezar, sin importar la afiliación religiosa de cada cual. Después, su actuación se extendió por las principales ciudades del país.

El hecho de que Zapatero, un dirigente político que ha hecho del laicismo una de sus principales señas de identidad, acuda a una celebración con semejantes connotaciones resulta llamativo. Él desestimó ayer el carácter religioso del evento. Interrogado al respecto durante una rueda de prensa en Bratislava, a donde acudió como presidente de turno de la UE, reclamó que no se entienda de esa manera.

Sorpresa

«Me sorprende la capacidad para interpretar una invitación, el origen de ese acto y la voluntad del presidente Obama -replicó enérgico-; creo que son los que invitan los que tienen que interpretar y desde luego no voy a ponerme yo en su lugar y espero que nadie lo haga». Dicho esto, recondujo su respuesta hacia el halago para con sus anfitriones y añadió que, en todo caso, es una «demostración de la grandeza democrática de Estados Unidos que se invite a personas de distintas condiciones».

El 'Desayuno de Oración' no es, en todo caso, el único motivo de la visita de Zapatero a Washington. Tenía pendiente un viaje de carácter económico desde hacía meses y está previsto que entre el 3 y el 4 de febrero se reúna con la Cámara de Comercio y con dos 'think-tanks' de tendencia demócrata. Su visita precede, además, a la que realizarán los Reyes entre el 17 y 18 de febrero, invitados por Obama a la Casa Blanca.

Es uno de los muchos periplos que el presidente del Gobierno tiene en su agenda internacional de aquí a mediados del próximo mes. Además de su desplazamiento de ayer a Viena y Bratislava, el 20 de enero acudirá a la ciudad francesa de Estrasburgo para presentar ante el Parlamento europeo los objetivos del semestre de la Presidencia española de la Unión y, por la tarde, se reunirá en Londres con el primer ministro británico, Gordon Brown.

El 28 de enero asistirá al foro económico de Davos, en Suiza, junto a los principales líderes mundiales. Davos es un círculo académico, político y empresarial al que, a diferencia de José María Aznar, no había acudido en sus casi seis años de mandato pese a que había sido invitado al mismo.