
Falange acusará al juez Garzón por investigar el franquismo
El Supremo admite una querella del partido fascista para personarse en la causa de la memoria histórica
MADRID. Actualizado: GuardarFalange Española de las JONS podrá ejercer la acusación en la causa que se dirime en el Tribunal Supremo contra el juez Baltasar Garzón por supuesta prevaricación en la investigación de los crímenes del franquismo. El alto tribunal admitió ayer la querella de la organización fascista para personarse en la instrucción que lleva a cabo el magistrado Luciano Varela. Se une así a las otras dos acusaciones populares que ya forman parte del proceso: Manos Limpias y Libertad e Identidad, ambas organizaciones de corte ultraderechista.
La Sala de lo Penal de Supremo argumenta en un auto de seis páginas que «resulta palmario» que la querella que Falange presentó en septiembre «es en todo punto coincidente» con las previamente presentadas y admitidas en mayo y junio por las dos citadas asociaciones, con «cuyos hechos coinciden sustancialmente», asegura.
Por unanimidad, y en contra de la posición de la Fiscalía, los cinco magistrados de la Sala admiten la personación del partido fundado por José Antonio Primo de Rivera y delegan en el instructor del caso, Luciano Varela, la fijación de una fianza para que pueda ejercer la acción penal, así como la decisión de unificar bajo una misma defensa letrada la representación en el proceso. En los casos anteriores, el juez pidió 6.000 euros de depósito a los querellantes por las eventuales responsabilidades pecuniarias que pudieran derivarse en una futura sentencia.
La personación de Falange en la causa contra Garzón viene a avivar aún el debate sobre un proceso que, según se va demorando, va camino de convertirse en una 'patata caliente' para el alto tribunal. Ya lo advirtió en diciembre pasado el abogado del juez, Gonzalo Martínez-Fresneda, en un escrito dirigido a Varela en el que pedía el archivo de las diligencias. «Las dilaciones que está sufriendo la causa alimentan que otros querellante exploten en su beneficio este torticero uso de la justicia contra el poder judicial», sugirió entonces.
Y el tiempo le ha dado la razón. El letrado señaló ayer que resulta chocante la decisión de los magistrados de admitir la personación de Falange, algo que, a su juicio, puede tener difícil justificación en otros países europeos. «¿Cómo se explicaría en Alemania que se tramitara una querella del partido neonazi contra un juez que hubiera investigado los crímenes del nazismo?», cuestionó en referencia a que los falangistas fueron el sostén político de la dictadura del general Franco.
Ocho meses
La causa contra Garzón se inició el 26 de mayo de 2009, cuando el Tribunal Supremo admitió la querella presentada por el 'seudosindicato' Manos Limpias contra el juez de la Audiencia Nacional por presunta prevaricación en la investigación que éste abrió en diciembre de 2006 sobre los desaparecidos en la Guerra Civil y el franquismo.
En estos casi ocho meses de proceso, la instrucción ha engordado con un lento goteo. Primero, con la admisión en junio de una nueva personación, la Asociación Civil Libertad e Identidad; y después, con la petición de las primeras diligencias del caso, como la comprobación del listado completo de las víctimas de la dictadura que Garzón tenía en su poder o el archivo de una querella contra el ex dirigente comunista Santiago Carrillo por los fusilamientos de las Juventudes Socialistas Unificadas en Paracuellos del Jarama, en Madrid, que el juez decidió no admitir a trámite en 1998.
En este tiempo, la Sala de lo Penal, que admitió a trámite la querella contra Garzón, ha rechazado, una a una, la multitud de peticiones formuladas por asociaciones de la memoria histórica para personarse en el proceso. Los magistrados consideraron que estos escritos, en los que los afectados se autoinculpaban y solicitaban la recusación de los componentes de la Sala, no eran legítimos ya que no tenían otro objetivo que obstaculizar el procedimiento.
Pero el punto culminante, al menos de momento, tuvo lugar en septiembre, cuando el juez de la Audiencia Nacional acudió al Tribunal Supremo para declarar ante el magistrado Luciano Varela. En tres horas de interrogatorio, Garzón vino a justificar que abrió el sumario de la memoria histórica para defender a las víctimas y cargó con dureza contra la «cruzada» a la que le han sometido las asociaciones ultraderechistas que ejercen la acusación popular.
La presencia ahora de Falange en el proceso podría reactivar y alargar el proceso, pese a que todo indicaba, según señalan fuentes judiciales, que Varela iba a decidir «más pronto que tarde» si archivaba, como pide la Fiscalía, o sentaba en el banquillo a Garzón, como piden las acusaciones. Esta última opción supondría la suspensión temporal del juez como titular del juzgado de instrucción número cinco de la Audiencia Nacional.