SIETE PUNTOS
Actualizado:Ricardo Lavolpe, el técnico que pueden traer los argentinos, tiene fama de sargento de hierro, y el Xerez necesita templanza, confianza, método. Justo lo mismo que le sobra a Esteban Vigo, que con esas medicinas y pactando con los líderes del vestuario salvó al club y luego lo metió en Primera. También falta en el Xerez un preparador físico en condiciones que iguale, como poco, el trabajo titánico de Ravelo y de Ortega. El cese de Ziganda, puede que por obra de los nuevos rectores argentinos y un poco por su decisión contra el club de alinear a Míchel en el último envite, no viene a mejorar las cosas de momento. Poyatos coge el equipo de manera interina, ya Miguel Ángel se quemó bastante en su época de entrenador. ¿Por qué no toma el equipo Javier Alvarado, titulado nacional y entrenador del filial? Así tampoco se quemaría Poyatos, un hombre serio, discreto, artífice de la plantilla junto a Miguel Ángel, que logró el histórico ascenso. Los cuatro duros de presupuesto para Segunda no son los mismos que para Primera, por lo que no hubiera sido dimitir antes de que lleguen otros con la guadaña. 7 puntos tiene el equipo en el casillero, y mientras haya esperanzas de permanencia, no se podrá decir que el Xerez es el mejor equipo de Segunda en Primera. Lo más fácil es caer en el derrotismo, en la desgana, en la indolencia y las reclamaciones. Lo más inteligente es no abrazar de inmediato a los nuevos césares, como antes ha pasado. Prejuzgar es un ejercicio insano, pero sería una temeridad convertir al club en un puente aéreo como tubo de ensayo de promesas juveniles extranjeras. Si ya el club estaba desnaturalizado con una cantera semi-abandonada, unas instalaciones de préstamo y sin presidente, lo que falta ahora es que de aquí a junio el Xerez sea un escaparate. ¿Quién exige garantías a Morales de que venda en condiciones salvando el futuro del club?¿Sólo la afición ahora?