El trabajo en las grúas y en los andamios de los pilares del puente resulta peligroso con el temporal. La imagen se captó ayer. :: A. VÁZQUEZ
Ciudadanos

El temporal de lluvia y viento paraliza la obra del segundo puente

Fomento detiene los trabajos en algunos tramos «hasta que se den las condiciones para garantizar la calidad y seguridad»

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El temporal de agua y viento que azota a la provincia ha podido con el segundo puente. Los responsables de la obra del nuevo acceso a la Bahía han optado por paralizar los trabajos hasta que «las condiciones meteorológicas permitan continuar con plena garantía de calidad y seguridad a los trabajadores del departamento de Carreteras». Las fuertes tormentas comenzaron a finales del pasado diciembre y se han sucedido en los últimos días con rachas de viento. El mal tiempo ha impedido, sobre todo, seguir con normalidad los trabajos en altura que se desarrollan en los pilares del nuevo puente mediante grúas y complicaba de manera muy especial el trabajo exterior en la pila central que se levanta en el agua.

El traslado de material en barcazas de la orilla de La Cabezuela a la plataforma que se ubica en mitad de la Bahía se ha visto seriamente afectado por el el oleaje.

La empresa adjudicataria, Dragados, ya ha ejecutado el 50% del proyecto y centra ahora sus actuaciones en la culminación de los dos columnas vertebrales del viaducto. El Gobierno de la Nación inyectó el año pasado diez millones de euros para acelerar los trabajos, al tiempo que reservó 173 millones más para 2010 en los Presupuestos Generales del Estado. Las previsiones indican que el puente estará abierto al tráfico en septiembre de 2011, tres meses antes de lo previsto.

La pila número 13 que se levanta en la orilla de La Cabezuela enfila su último tramo. Se trata de un coloso de 180 metros de altura, 30 más que las torres de electricidad de Sevillana-Endesa, que aguantará el tramo atirantado del puente. El temporal ha obligado, de momento, a paralizar las actuaciones en esta columna, donde los operarios trabajan a más de 70 metros de altura. También se han detenido hasta nueva orden los trabajos de hormigonado de la pila 12, que emerge del agua. La zapata que sobresale del fondo del mar ha necesitado 12.000 metros cúbicos de hormigón, el equivalente a cinco piscinas olímpicas. El viento también ha afectado a su desarrollo y ponía en peligro el trabajo de los operarios en los andamios.

Por lo que respecta a los trabajos en tierra firme, se han visto afectados de manera intermitente. Así, el enlace de Río San Pedro ha seguido con el movimiento de tierra, igual que algunos tramos terrestres del puente.