Costas informa a los alcaldes de que las playas dañadas estarán listas para el verano

Desde la primera pista de la Barrosa, el vistazo es desolador: un reguero de piedras ocupa toda la playa. Parece mentira, que alguna vez ondeara una bandera azul. Ayer, el jefe de la Demarcación de Costas en Cádiz, Juan José Muñoz, tuvo la oportunidad de recorrer este pedregal, y comprobar el estado de la playa tras las lluvias. A pesar de los daños evidentes, Muñoz aseguró que «los temporales no están siendo más virulentos que años anteriores», aunque «el problema es su duración, que hace que los daños sean mayores».

Como adelantó ayer LA VOZ, Muñoz aseguró que la valoración de los daños y su reparación «no podrá realizarse hasta que finalice el mal tiempo», después de abril. De este modo, Costas tiene previsto «esperar a ver cómo se comporta el litoral, porque mucha de la arena que no se ve se encuentran sumergida y se recuperará de forma paulatina». Muñoz garantizó, no obstante, que las playas estarán listas para el verano, si no de manera natural, con trabajos de regeneración, aunque estos no se realizarán hasta primavera.

Por su parte, los ayuntamientos ultiman aún los informes sobre daños del temporal. En Cádiz, a falta aún de un cálculo definitivo, el concejal de playas, Santiago Posada, adelantaba ayer que la reparación puede ser «millonaria», superando probablemente los seis millones de euros. Según Posada, además de la gran pérdida de arena, los técnicos «están encontrando los módulos anegados con más de medio metro de agua», que podría afectar a equipos eléctricos. Posada espera que además de las ayudas del Gobierno, Costas regenere con arena las playas, algo a lo que en los dos últimos años «se ha mostrado reacia».