Cayetana y Alfonso, al sol de Egipto

Cádiz, Formentera, un tour por Italia, Salamanca, París... y ahora Egipto. Cayetana de Alba y su novio, Alfonso Díez, han descubierto que poner tierra de por medio se ha convertido en la única manera de disfrutar tranquilamente de su amor maduro, lejos de la incisiva y reticente mirada de los hijos de la aristócrata. La viajera pareja no se lo ha pensado dos veces y ha capeado la ola frío polar que ha azotado estos días España pasando unas románticas vacaciones al cálido sol egipcio.

Como dos enamorados más, la duquesa de Alba y el funcionario están disfrutando estos días de un idílico crucero por el Nilo, donde ayer hicieron parada en Luxor y visitaron a pie el templo de la reina Hatshepsut en un grupo en el que también se encontraba el pintor malagueño Pepe Bornoy. Ataviada con unos modernos leggins negros y una camisa rosa de clara inspiración marroquí a juego con el parasol que portaba su asistenta, Cayetana demostró que su salud está mejor que nunca y no dudó en responder con afecto a las muestras de cariño que le dieron todos los que la reconocieron en tan desértico paisaje. Más esquivo se encontró Alfonso, quien al descubrir a un paparazzi siguiéndole los pasos se alejó de la noble e incluso intentó taparse la cara con la chaqueta para, quizás, proteger alguna exclusiva.

Lo cierto es que la relación va viento en popa, ya que ambos no se han separado ni un instante en 2010. Se comieron solos las uvas en el palacio de Liria para después tomar un tren a París. Allí pudieron dar rienda suelta a una de sus grandes aficiones: les encanta visitar anticuarios. Seguro que tantas piezas antiguas les despertó la curiosidad de conocer de primera mano las riquezas egipcias.

Y es que los 83 años de la duquesa no son un impedimento para conocer mundo junto a Alfonso. Su próxima parada será la India, donde inaugurará una casa de acogida para las niñas en Calcuta que ella misma ha sufragado. ¿Irá su inseparable novio viajero? La respuesta en unas semanas.