MUY MALA PINTA

Eso es lo que tiene este Xerez, muy mala pinta. El, todavía, equipo de Cuco Ziganda sigue sin levantar cabeza. Continúa siendo ese herido que se muere lentamente desangrado sin que nadie acuda a taponar la herida. Ziganda sigue sin saber como atajar la falta de gol, continúa sin mantener una estrategia de ataque y el Xerez perpetúa su caída libre hacia la Segunda División. Todo hace indicar que el relevo en el banquillo es inminente, yo no me creo nada hasta que no lo vea, pero si es así, llega tarde. A ver qué equipo aguantaba a un entrenador con los números de Cuco diecisiete jornadas. Derrota tras derrota el discurso del navarro es el mismo: el equipo ha estado a la altura, hemos competido bien, creamos ocasiones o la calidad decide. Palabras vacías que ocultan una realidad, esta situación le ha superado. Así que si no lo destituyen, lo más honrado sería admitir la imposibilidad de reflotar esta nave con los medios o con las ganas que tiene y abandonar el barco. Pero no todos los palos se los va a llevar Ziganda. Cada vez estoy más convencido que nos faltan jugadores para competir dignamente en esta categoría.

Muchos dirán que son prácticamente los mismos futbolistas que ascendieron al equipo hace apenas seis meses, pero amigos, las circunstancias son bien distintas. Primero porque el artífice de ese ascenso, el pegamento que conexionaba al vestuario y lo aislaba del exterior ya no está; y segundo porque ésta categoría pone a cada uno en su sitio dependiendo del fútbol que practiques. Míchel, el delantero defenestrado por todos, dejó claro que está prácticamente al mismo nivel que el resto de compañeros. Y yo me pregunto, ¿eso es bueno o es malo? Bueno para él porque puede seguir siendo convocado, ya que rinde igual que cualquier otro, pero muy malo para el Xerez, ya que denota que la delantera de este equipo hace menos daño que el pescado en blanco. Lo dicho, este Xerez tiene muy mala pinta.