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«Ya me veo en la calle con mis tres hijos pequeños»
Margarita Jiménez se quedará hoy mismo sin luz, mientras aguarda el desahucio inminente tras el embargo de la casa en la que habita
JEREZ. Actualizado: GuardarCasi 2.000 familias jerezanas esperan con urgencia una vivienda. Dicho así, es sólo una cifra más. El Ayuntamiento de Jerez tiene que establecer prioridades, comprobar la puntuación de cada familia y cotejarla con su baremación. Porque pisos de emergencia no hay para todos. Ni siquiera para Margarita Jiménez, una jerezana de tan sólo 24 años con tres niños que hoy puede quedarse sin luz, mañana sin agua y pasado desahuciada. Pero lo peor de todo es que no tiene adonde acudir.
«La casa en la que vivo es alquilada y está embargada, ya que el dueño no está pagando la hipoteca», explica Margarita. Ella, de todos modos, tampoco puede hacer frente ya a los 350 euros de alquiler, que pagaba hasta hace poco el padre de sus hijos de 6, 4 y 2 años. «Como no sé cuándo me pueden echar, tampoco estoy pagando la luz, por lo que me han dicho que mañana (hoy, para el lector) me la van a cortar», señala además. Su vecina de La Pita, Nuria, aduce que se trata de un claro caso de «alarma social» en la ciudad y pide a los responsables municipales que lo tengan en cuenta.
Pero la triste realidad choca con los fríos números. Margarita solamente tiene 230 puntos, bastantes menos que los que acumulan otras familias jerezanas. Por tanto, el Consistorio le ofrecerá un sitio donde alojarse cuando le llegue «su turno». Ella, sin embargo, se queja de que hace más de seis meses trató de contactar con la alcaldesa y no ha tenido respuesta alguna. El siguiente paso han sido los medios de comunicación.
Riesgo para la salud
Otro problema es que la casa tiene humedades y es muy fría, por lo que teme por la salud de sus hijos, uno de los cuales tiene además una minusvalía. Mientras tanto, charcos y malos olores se acumulan en un hogar poco habitable.
Su vecina se está haciendo cargo en parte de ella y los pequeños, ya que no puede hacerlo sola. Margarita sólo cuenta con 420 euros de ayuda que apenas dan para nada, menos todavía con tres hijos.
Lo único que quiere es un hogar para su familia, independientemente del tamaño. Su salud, tanto física como psicológica, se está viendo cada día más resentida, con continuos problemas de ansiedad y de estrés.
Su caso se une a otros muchos en la ciudad, el último conocido el de Tamara Trinchete, que todavía tiene la suerte de poder sobrevivir hacinada en su vivienda con los niños. A ella la alcaldesa le ha dicho que, en el momento en que sea desahuciada, el Ayuntamiento mediará para que no se quede en la calle. Margarita quiere correr la misma suerte.