Rajoy pide al PP sensatez para evitar errores que reduzcan su ventaja
Califica de «topicazos» los reproches a su partido y recuerda que sí tienen alternativa a la política económica de Zapatero
MADRID.Actualizado:El PP cree que navega viento en popa y con la sensación de estar en la dirección correcta para lograr el triunfo en las elecciones generales 2012. Una convicción que podría llevarles a buen puerto siempre y cuando eviten maniobras arriesgadas que afecten su línea de flotación.
Mariano Rajoy alentó a la dirección de su partido a mantener el mismo rumbo «sensato» de los últimos meses sin cometer errores de bulto, porque entiende que aún llegarán complicaciones externas durante los dos años que restan de travesía. Las órdenes son actuar con inteligencia y medir bien cada acción para «no crear dificultades gratuitas».
El líder del PP esbozó ayer, en la primera reunión del año de la directiva nacional del PP, las líneas principales de actuación para un año que será intenso. La piedra angular de su estrategia de oposición será el paro. «No habrá crecimiento económico hasta que no se cree empleo», destacó.
Los populares están convencidos de que la losa de los casi cuatro millones de parados inclinará de su lado la balanza que propiciará un cambio de gobierno en España. Rajoy responsabiliza de la alta tasa de paro, que dobla la media de la Unión Europea, a la «indefinición permanente» de José Luis Rodríguez Zapatero y a su «inacción» a la hora de acometer reformas estructurales que permitan campear el temporal.
El dirigente del PP rechazó los «topicazos» sobre la falta de alternativa económica del PP y de emplearse con excesiva dureza en sus tareas de oposición. Recordó que sus recetas son: contener el gasto público para lograr disminuir el déficit y, de esta manera, lograr que fluya el crédito a las pequeñas empresas; reordenar el sistema financiero poniendo en marcha herramientas como el fondo de reestructuración ordenada bancaria; reformar el mercado laboral y otras medidas como bajar los impuestos o disminuir en dos puntos la cotización de empresarios a la Seguridad Social para incentivar la creación de empleo.
Rajoy evitó referirse al 'caso Gürtel' y al efecto que pueda provocar el levantamiento parcial de la denominada 'trama madrileña' del presunto caso de corrupción. Un asunto que sí abordó en la entrevista que concedió a la cadena Ser. «Estoy muy tranquilo. No dimitiría si hubiese habido financiación ilegal porque yo no he hecho nada», declaró.
Reclamación de Fraga
Durante la reunión, a la que faltaron Francisco Camps y Antonio Basagoiti, entre otros, el presidente de honor del partido, Manuel Fraga, reclamó una postura unitaria y firme sobre la unidad de España ante la inminente sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña. Rajoy, durante su alocución, insistió en que el PP tiene una posición nítida a este respecto y que estará siempre al lado de «la Constitución, la ley y las reglas del juego democrático». El líder popular, por el contrario, indicó que las explicaciones sobre la polémica generada en torno al 'Estatut' hay que pedírselas a Zapatero, al que responsabilizó de propiciar «un gran problema y una gran frustración».
En relación a Cataluña, el PP se ha fijado como objetivo para las elecciones autonómicas -que se celebrarán, salvo adelanto, en otoño- lograr un protagonismo similar al del País Vasco, es decir, obtener en las urnas una representación suficiente como para «propiciar un cambio de gobierno».
Mariano Rajoy avisó de que «hablarán con todos los que quieran hablar con nosotros», lo que abre la posibilidad a reeditar acuerdos con CiU, que podrían ser claves en los futuros gobiernos de Barcelona y Madrid.
Afganistán
El líder del PP también incidió en otras dos cuestiones que tendrán notoriedad en la acción opositora de los populares en el Congreso. Rajoy reprochó a Zapatero que lleve cinco años sin participar en un debate sobre Afganistán. «Tal vez tenga mala conciencia», apostilló. Anunció, asimismo, que si el presidente no comparece dedicarán una sesión de control a demandar respuestas para preguntas que consideran importantes: cuál es la naturaleza de la misión española, cuánto cuesta el operativo o cuánto tiempo permanecerán nuestras tropas en ese país.
El denominado 'caso Faisán', que investiga el chivatazo a un miembro del entorno de ETA durante la tregua de 2006, también permanecerá en la agenda popular. De hecho, espera que el Gobierno «diga la verdad» en la Cámara Baja en febrero y «no se escude en que hay un proceso judicial abierto, del que no se sabe cuándo se levantará el secreto del sumario».