El turismo tira de imaginación para relanzar el aeropuerto
Las nuevas formas de viajar requieren de más ofertas, más completas y baratas para superar el bache
CÁDIZ.Actualizado:No sirve como excusa. Durante meses se apuntó a la crisis económica internacional como la causa de los males del aeropuerto de La Parra, aunque lo cierto es que ha sido el aeródromo jerezano -entre aquellos que transportan a más de un millón de pasajeros al año- el que peores resultados y más acusados descensos ha experimentado desde que se iniciase la recesión. Una instalación que se nutre del turismo -el viaje de negocios supone en el caso de la provincia gaditana un motivo poco recurrente- debe buscar en ese sector las causas de sus alegrías y sus frustraciones.
La industria turística también se ha visto frenada en estos dos últimos años, si bien instituciones y profesionales aseguran que es una de las que mejor están aguantando el periodo de estancamiento económico. Transformar la debilidad en fortaleza. El turismo soporta mejor los reveses de la crisis porque ha apostado por nuevos recursos. Menos días y más baratos. Si se quiere sobrevivir en este contexto, se exige una adaptación a esas novedosas formas de hacer turismo. El vuelo de bajo coste es el primero de los instrumentos que se han utilizado. Ryanair copa todas las conexiones de esta modalidad en el aeródromo gaditano.
El segundo, la oferta de vuelos. Y es que por poco desembolso que tenga que hacer el viajero, si no se cumplen sus preferencias sobre el destino, se queda en tierra. Ahí es donde ha fracasado La Parra. Pretendía alcanzar los dos millones de pasajeros con su ampliación pero cada vez son menos las ciudades de origen y destino que vende. Manchester, París, Francfort y Zurich desaparecieron de los paneles informativos del aeropuerto en apenas unas semanas de 2008; además de Bilbao. Consiguieron recuperarse los enlaces con Alemania y Suiza, pero no fueron suficientes para remontar el vuelo.
La Costa de la Luz recibe un porcentaje altísimo de turistas nacionales -sobre todo en verano, puentes y otros periodos de vacaciones cortas-, pero vía aérea sólo conecta con Madrid, Palma de Mallorca y Barcelona. El mercado extranjero se compone sobre todo de alemanes y británicos. Con esté último país sólo se enlaza a través de Gibraltar.
Nuevas promociones
La tercera herramienta que debe emplearse es más importante, puesto que influye directamente en las otras dos. Si se quiere ganar la confianza de compañías, touroperadores y usuarios, se exige un tremendo esfuerzo de promoción de las instituciones locales.
El Patronato Provincial de Turismo medió, hasta donde puede hacerlo, tras la marcha de Spanair el pasado otoño. Otro ejemplo: Diputación hace promoción de Jerez en el destino cuyos visitantes se quiere atraer, y las firmas privadas, a cambio, fletan vuelos desde allí a la ciudad. Una labor que trae inmediatas consecuencias. Desde el pasado 1 de noviembre y hasta el próximo 21 de marzo, el touroperador Thomas Cook traerá a la ciudad un total de 42 vuelos desde Alemania.
Las ferias internacionales y la acción directa sobre el consumidor son otras de las armas utilizadas para afianzar y captar a nuevos turistas. Pero ¿qué le ofrece la provincia de Cádiz para que se decidan a utilizar el aeropuerto de Jerez como puerta de entrada? Esos mismos touroperadores que confían en la Costa de la Luz en verano, al abrigo del sol y la playa, no han parado de reivindicar que se potencien otras virtudes de la provincia. El turismo de congresos e incentivos, el idiomático, el deportivo y, sobre todo, el cultural.
Por último, Fomento sigue su apuesta con la terminal de Jerez y mantiene las obras previstas de ampliación.