Las mujeres trabajan más pero los hombres siguen sin alcanzarlas en las tareas del hogar
La población extranjera contribuye en un 58% al aumento de la natalidad entre 2002 y 2006
MADRID Actualizado: GuardarLas mujeres se han masculinizado en el empleo en aspectos como trabajar a jornada completa o desarrollar labores tradicionalmente consideradas de hombres, pero los varones siguen sin alcanzarlas en el tiempo que dedican a las tareas del hogar, según un estudio sobre la incorporación de los hombres al trabajo doméstico incluido en el número 10 de la revista 'Panorama Social' editada por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).
En este sentido y según ha explicado una de sus autoras y profesora de Sociología de la UNED, Teresa Jurado, cocinar o limpiar son haberes que les cuestan más realizarlos mientras que las tareas "exteriores" como hacer la compra son "más agradables" para ellos y están más predispuestos a llevarlas a cabo. Jurado, en referencia a un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2003, ha indicado que los varones de entre 25 y 29 años que conviven con sus parejas, dedican una hora y 55 minutos de máxima a las tareas del hogar al día mientras que ellas emplean tres horas y 47 minutos.
Además, apuntaba que a mayor nivel de ingresos de la mujer, más igualitario es el reparto de las tareas rutinarias del hogar, pero también es mayor el recurso a servicio doméstico. Así, subrayó que al disponer de una trabajadora del hogar, los hombres realizan más tareas dentro de él pero también porque las que quedan pendientes "son más cómodas" de realizar.
Recuperación de la fecundidad
Otro aspecto que trata la revista es la caída de la fecundidad y respecto a esto, una de sus autoras y directora del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona, Anna Cabré, ha subrayado que en el año 1995, España se situaba como el país con el nivel de fecundidad más bajo a nivel mundial junto con San Marino y ha indicado que la "lenta recuperación" que está llevando a cabo en los últimos años está marcada por el impacto de la inmigración extranjera.
Así, la población extranjera ha contribuido en un 58% al aumento de la natalidad entre 2002 y 2006 aunque en este periodo han convergido con los datos de las madres españolas, ya que éstas han incrementado su fecundidad mientras que las primeras la han reducido. En general, Cabré ha apuntado que aunque las inmigrantes tienen hijos a edades más tempranas, los dejan de tener cuando las españolas comienzan a embarazarse, debido, explicaba, a que éstas esperan a tener una estabilidad laboral para llevarlo a cabo.