Dos golpes a ETA en 20 minutos
Garikoitz García e Iratxe Yáñez trasladaban una furgoneta con explosivos mientras Iñaki Iribarren y Eider Uruburu sacaban dinero de un 'zulo'
MADRID.Actualizado:En sólo 20 minutos, ETA encajó dos serios reveses. A las 21.20 horas del sábado, la Guardia Civil interceptaba en el municipio zamorano de Bermillo de Sayago una furgoneta con explosivos. A las 21.40, eran detenidos cerca de la ciudad francesa de Clermont-Ferrand dos miembros del aparato logístico. Dos operaciones que, en palabras del ministro del Interior, «demuestran que sabemos en lo que está ETA». Alfredo Pérez Rubalcaba advirtió además a los terroristas que las fuerzas de seguridad no van a parar «hasta que esto acabe».
Fue una noche movida en el Ministerio del Interior. Los mandos de la lucha antiterrorista esperaban el desenlace de una operación en Francia, donde la Guardia Civil y la Policía gala se aprestaban a capturar en el municipio de Chadrat a dos miembros de ETA. Estaban en eso cuando se recibió una llamada desde Zamora, en la que se informaba de la intercepción de una furgoneta con explosivos en Bermillo de Sayago, pero con la desagradable noticia de que el conductor había huido en el coche de los agentes. Dos guardias civiles recelaron de una furgoneta Iveco con matrícula francesa en una cruda noche invernal y por aquellos parajes, la carretera secundaria CL-527. Dieron el alto al conductor, que obedeció, y cuando uno de los agentes llamó al otro para comprobar la matrícula, Garikoitz García Arrieta, como se comprobaría después, salió disparado y se subió al vehículo de los guardias. Se habían dejado las llaves puestas. El coche patrulla se perdió rumbo a Portugal.
Alertada la Guardia Nacional Republicana del país vecino, detectó al prófugo con el coche de la Guardia Civil que había cruzado la frontera por Fermoselle. Los agentes emprendieron la persecución en varios vehículos, con disparos intimidatorios incluidos, según la agencia de noticias lusa. García se entregó a la altura de la localidad de Torre de Moncorvo. A raíz de las detenciones realizadas en Portugal, agentes de la Guardia Civil registraron sendos domicilios en Vitoria y en la localidad guipuzcoana de Aretxabaleta relacionados con los dos presuntos miembros de ETA apresados en el país vecino.
La Guardia Republicana también descubrió en Vila Nova da Foz, el coche Opel Astra con matrícula francesa en el que viajaba Iratxe Yáñez Ortiz de Barrón, que ejercía labores de 'lanzadera' por delante de la furgoneta para alertar a su compañero de eventuales controles policiales. La mujer también fue detenida. Ambos fueron puestos a disposición del juzgado de Torre de Montecorvo, que tendrá que tramitar la petición de extradición cuando la curse el Gobierno español. La Policía Judicial, con competencias antiterroristas en el país vecino, se ha hecho cargo de la investigación.
La furgoneta Iveco, según fuentes de la lucha antiterrorista, fue alquilada en Francia con documentación legal, es posible que por el propio García Arrieta, que es miembro legal, no fichado, de ETA. Como fue arrendada el viernes, es muy posible que cruzara la frontera este mismo sábado y que a lo largo del día atravesara España pese a los problemas circulatorios por la nieve. Las fuentes consultadas señalaron asimismo que cargaron el material en el camino, ya que los bidones con el explosivo tenían restos de tierra que indicarían que habían sido desenterrados de algún 'zulo'.
Los explosivos no estaban listos para ser activados, un hecho que descarta que prepararan una acción inmediata y apunta más bien a que se trataba de un traslado de material para un posterior atentado. En un principio, la Guardia Civil temió que la furgoneta contuviera una bomba-trampa o un explosivo listo para detonar, por lo que envió a las 23.00 horas a especialistas del Grupo de Desactivación de Explosivos. Los efectivos del instituto armado, que desalojaron a decenas de vecinos del pueblo, trabajaron hasta que al filo de las 5.00 horas del domingo certificaron que la pentrita no estaba conectada a ningún mecanismo de iniciación.
«Cuanto antes»
El ministro del Interior explicó que los detenidos «parece que estaban huyendo», pero no dio más detalles sobre los planes de los terroristas. Indicó que estaba en contacto con su homólogo portugués, y confió en que sean extraditados «cuanto antes» ya que los hechos se habían producido en España y hay mecanismos jurídicos para agilizar la entrega por tratarse de «una persecución en caliente». Mientras se sucedían los hechos entre Zamora y Portugal, ETA recibió otro golpe en Francia. Iñaki Iribarren y Eider Uruburu se aprestaban a dejar su particular cajero automático, un 'zulo' en el municipio de Chadrat, a diez kilómetros de Clermont-Ferrand, del que habían «retirado» 2.000 euros, cuando fueron capturados en el coche en que viajaban por agentes de la Subdirección Antiterrorista francesa en una operación conjunta con la Guardia Civil. Ambos eran miembros del aparato logístico militar de la organización terrorista e iban armados y con documentación falsa cuando fueron detenidos. En el escondite ocultaban documentos con contabilidad muy detallada y una cantidad de dinero no precisada.
Esta operación es continuación de la iniciada en el pasado verano en una zona del departamento de Puy-de-Dome, en la que se detectaron numerosos robos de coches que las fuerzas de seguridad francesa atribuyeron a ETA. Fruto de esas investigaciones fue la captura el pasado 11 de octubre de Iurgi Mendinueta y Joanes Larretxea cuando se encontraban cerca de otro 'zulo' en el que escondían material para fabricar coches-bomba.
Buena salud
Las detenciones en Portugal y Francia no guardan relación entre sí y su coincidencia temporal fue una casualidad, según explicaron fuentes de la lucha antiterrorista, pero el ministro del Interior aprovechó esa coincidencia para subrayar la buena salud de la cooperación internacional antiterrorista no sólo con las autoridades francesas sino también con las portuguesas. «Sabemos lo que está haciendo ETA, y ETA sabe en lo que estamos», subrayó Pérez Rubalcaba al relatar las dos operaciones. Ambas, pero sobre todo la iniciada en Zamora y concluida en Portugal, ratifican el temor de los expertos de la lucha antiterrorista sobre un próximo atentado. Una inquietud que llevó al propio ministro a alertar el pasado 29 de diciembre del riesgo de una acción terrorista «espectacular» en breve, habló incluso de un secuestro. Su denuncia motivó las críticas por alarmismo del PP y algunos grupos de víctimas, pero el presidente del Gobierno avaló el comportamiento de su ministro porque sabía lo que decía.
Pérez Rubalcaba no quiso vanagloriarse ayer de sus palabras y se centró en la estrategia de presionar a ETA con avisos de que todo lo que haga es inútil porque está condenado al fracaso. Los terroristas deben saber que «cuando vayan a un 'zulo' se encontrarán a las fuerzas de seguridad y cuando vayan por carreteras estarán vigilados por las fuerzas de seguridad», sentenció el titular de Interior.
kilos de pentrita, bidones para esconder el explosivo en escondites bajo tierra, una pistola, un revólver, material para fabricar artefactops explosivos, un arma larga, placas de matrícula francesas sin troquelar y diversa documentación escondían los terroristas en la furgoneta incautada en Zamora.