El argentino Leo Messi es felicitado por su compañero brasileño Maxwell tras anotar uno de sus goles :: REUTERS
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Messi le da el triunfo al Barça

Los hombres de Pep Guardiola mantienen el liderato tras vapulear al Tenerife, que comenzó con mucha fuerza pero acabó diluyéndose El argentino fue clave al anotar tres de los cinco tantos del conjunto azulgrana

TENERIFE. Actualizado: Guardar
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El Barcelona respondió a la presión del Madrid con una goleada en Tenerife. Lejos de realizar un juego espectacular, los azulgranas sufrieron en los primeros minutos las acometidas de un valiente y digno rival. Pero las individualidades de Bojan Krkic y Leo Messi resolvieron el choque y pusieron punto y final a las dudas tras la derrota copera ante el Sevilla y el tropiezo en el Camp Nou frente al Villarreal.

El Barça sufrió lo indecible durante la primera media hora del choque. El Tenerife salió en tromba, sin complejo alguno, dispuesto a dar la sorpresa. Y lo hubiera conseguido si Alfaro no se hubiera estrellado con el larguero primero y con Víctor Valdés después. Las dos ocasiones marradas por los locales hicieron despertar a los culés, aunque sólo a medias. Bojan avisó de lo que sería capaz con un tiro que salió desviado. Pero los tinerfeños mantuvieron la presión ante un desconcertado Barelona, que veía como los jugadores rivales les superaban una y otra vez.

Poco a poco los catalanes fueron despertando y el choque se convirtió en un intercambio de golpes atractivo para el público, detestable para los entrenadores. En una de esas jugadas, Messi no perdonó y puso a los suyos con ventaja en el marcador, para desgracia de los 'chicharreros'.

Los locales no bajaron los brazos. Mantuvieron la presión sobre un desaparecido Xavi y robaban la pelota con relativa facilidad. Mikel Alonso manejaba los hilos tinerfeños con soltura pero Nino y Kome tenían la pólvora mojada. Los culés estaban incómodos en el Heliodoro.

Providencial Puyol

Sin embargo, encontraron la solución a balón parado. Puyol, al filo del descanso, cabeceó a las mallas una falta lateral botada por el 'Balón de Oro'.

Los locales acusaron un gol de los llamados psicológicos. Y aún faltaba la aparición de Iniesta. El de Fuentealbilla había pasado inadvertido, perdido en un partido loco y sin control. Sin embargo, sólo necesitó una oportunidad para demostrar su calidad infinita para comenzar la jugada del tercer gol 'culé'.

Ya en el segundo tiempo, Messi, con otra obra de arte, y el aclamado Pedro redondearon la faena.