Dinosaurios en la oposición
Actualizado: GuardarDicen que en el término medio está la virtud. Enseñanza de la vida, que no por básica ponemos en valor con la frecuencia que sería de desear. Todos en general y -es lo que viene al caso- el PSOE de Cádiz en particular.
Los encargados de ejercer la oposición en el Ayuntamiento han pasado de un extremo patético a otro lamentable. Y todo en apenas un mes. En el último pleno del año 2009 se vivió un espectáculo tristísimo. Tanto los representantes del PP como los del PSOE utilizaron el Salón de Plenos para escenificar sus absurdas, infantiles e irresponsables disputas, olvidando por enésima vez que a la ciudadanía le importan un pimiento sus diferencias. Y que a los plenos se va a hacer propuestas y a buscar soluciones a los problemas de la ciudad. Los suyos, personales o políticos, que los arreglen en un bar si le apetece. Recuerden el incidente de la estampida de los toros de 'Knight&Day', que los socialistas utilizaron para burlarse del equipo de gobierno al grito de «riau, riau» cada vez que Teófila Martínez terminaba de hablar. Aquello desembocó en una monumental bronca que acabó con la suspensión del pleno y la alcaldesa al borde de las lágrimas.
Por supuesto, aquello les costó innumerables críticas que, parecía, habían calado, ya que tanto unos como otros reconocieron su error e hicieron propósito de enmienda.
Sin embargo, el viernes, en el primer pleno del año, se volvió a vivir un episodio lamentable. Radicalmente opuesto en cuanto a la actitud, pero igual de censurable que el anterior. De los siete integrantes del grupo municipal del PSOE de Cádiz, cuatro no intervinieron ni un segundo para rebatir ninguna de las propuestas que los populares llevaron al pleno. Su portavoz, apenas participó cinco minutos en cinco horas. Directamente pasaron. Hasta la fecha, su actitud era combativa, buscando el enfrentamiento, la provocación que muchas veces encontraban en la bancada de enfrente. No tanto por construir como por armar jaleo. Y ahora, con la llegada del nuevo año, su actitud es la opuesta. No hablar. No discutir. No aportar. Antes se pasaban y ahora se quedan cortos.
Pues si este va a ser el plan, más vale que dimitan, que se larguen a sus respectivas casas, que dejen sitio a gente que venga con mayor ánimo, con ganas de aportar. Que se quiten de enmedio y otorguen el protagonismo a la gente joven que sí quiere contribuir. A Marta Meléndez o Natalia Álvarez, aunque no lo dirán, es muy probable que la actitud de sus 'mayores' no les guste un pelo. Y si les gusta, tienen un problema. Ya estarán envenenadas.
Desde hace ya demasiados años, el PSOE gaditano se ha caracterizado más por sus guerrillas internas que por su aportación a la ciudad. Por cerrar blogs de sus ovejas descarriadas que por apostar por el futuro de Cádiz. Las aplastantes victorias de Teófila en las urnas desde 1995 no son fruto de la casualidad. Algo habrá hecho bien, pero también es cierto que enfrente no ha tenido rival. Algo que empobrece sin duda a Cádiz y a los gaditanos. Ni siquiera se sabe aún quién será el candidato socialista en las elecciones de 2011. Ojalá sea alguien que de verdad ilusione a los votantes. Cuanta más competencia haya, cuanto más se apriete las tuercas a los que gobiernan, mejor para todos.
Aunque antes es preciso que jubilen a sus dinosaurios, que después de tantos años en política, parece que aún no se han enterado de qué va la cosa. O al menos, de qué es lo que interesa a la gente.