«No hay ningún riesgo de que IU desaparezca»
Cayo Lara Coordinador general de Izquierda Unida
MADRID. Actualizado: GuardarCayo Lara Moya (Ciudad Real, 1952) se ha marcado como meta enterrar para siempre las bizantinas disputas internas en Izquierda Unida porque entiende que esas controversias entre compañeros «le importan un pimiento» a una ciudadanía ávida de respuestas a sus problemas cotidianos. Asumió la coordinación general de Izquierda Unida en noviembre de 2008 y dedica buena parte de sus energías a su gran reto: refundar la izquierda alternativa en España.
-¿Cómo se imagina la izquierda del futuro en España?
-Hay que generar una izquierda alternativa a la existente. El PSOE ha renunciado a muchos postulados, a muchas políticas, especialmente económicas, y sigue una línea neoliberal. La salida a la crisis requiere políticas intervencionistas. No hablo de una economía estatalizada, pero sí de una donde el Estado tiene que jugar un papel importante. Por ahí vemos el camino de la izquierda. Estamos intentando generar una alternativa desde nuestra propia organización y desde movimientos sociales, con gente desencantada del PSOE y desafecta de la política. Con una línea de pensamiento que gira sobre la paz, la laicidad, la ecología, la lucha contra el calentamiento global y, en definitiva, con los movimientos tradicionales de feminismo y pacifismo.
-¿Le preocupa que la izquierda desaparezca, como ha pasado con los partidos comunistas en Europa?
-No hay una desaparición de la izquierda en Europa. El mensaje es claro: la izquierda alternativa no se puede atomizar más sino buscar elementos de cohesión con todo lo que se mueva a la izquierda de la socialdemocracia. El caso más claro es el de Alemania, que vuelve a mirar a la izquierda alternativa porque la socialdemocracia no ha generado ilusiones ni las alternativas necesarias después de la caída del Muro.
-¿Le gusta la izquierda que triunfa en América Latina?
-La novedad es que ha pasado de la lucha armada a la vía democrática. Las fuerzas de izquierda se han convertido en un revulsivo importante, con sus problemas, con sus errores. Hay una especie de brisa suave en toda América Latina que va a seguir luchando contra la opresión de las oligarquías.
-Volviendo a España. ¿El PSOE es un partido de izquierdas?
-El PSOE tiene concepciones de izquierda, desde el punto de vista de derechos y libertades. Ha aprobado la Ley de la Igualdad, ha legalizado los matrimonios homosexuales, lo ubicaríamos en la izquierda desde una concepción de avance de la civilización. Pero en los últimos tiempos ha dado pasos hacia atrás con el aumento de soldados en Afganistán; esta guerra es lo mismo que la de Irak, una guerra que interesa a Estados Unidos, que tiene allí sus intereses, y nosotros estamos de palmeros. En política económica ha hecho lo mismo que hubiera hecho el PP.
-¿Algún ejemplo?
-Hay una renuncia clara a aplicar políticas de izquierdas por parte del PSOE. Un gobierno socialista debería haber corrido a inyectar crédito en la pequeña y mediana empresa y no a salvar a la banca, en la que metió ingentes cantidades de dinero al principio de la crisis.
-Su formación ha gastado fuerzas en sofocar crisis internas. ¿IU caminará aglutinando el mayor número de formaciones o todavía hay gente que opina que al PCE le iría mejor en solitario?
-El PCE ha hecho su congreso y ha optado por trabajar dentro de IU. Estamos en un camino sin retorno para trabajar hacia la unidad, sin luchas internas. A los ciudadanos les importa un pimiento las luchas internas, lo que les importa es que haya propuestas concretas para resolver sus problemas, y en eso estamos. Este es un país que no tiene una izquierda social y política fuertes.
-¿Alberga algún temor de que IU se convierta en extraparlamentaria?
-No hay ningún riesgo de que Izquierda Unida desaparezca. Hay gente joven que se incorpora a la vida activa y ve que hace falta una izquierda alternativa. Obtuvimos con un millón de votos dos diputados, mientras que CiU, con 700.000 votos, tiene diez. IU, tras las elecciones de 2008, debería tener 14 diputados, los 12 que nos faltan se lo reparten entre PP y PSOE. Es así de simple y de duro, y por eso no quieren cambiar el sistema electoral. Pese a todo, somos la tercera fuerza en número de votos en España.