Los herederos de Marx, en la encrucijada
Izquierda Unida debate el rumbo de su futuro para sobrevivir en el siglo XXI con reivindicaciones ecologistas, pacifistas, feministas y solidarias
Actualizado: GuardarLa luz de los partidos nacidos de las brasas de las antiguas formaciones comunistas languidece en Europa. Toca reinventarse para no desaparecer. En Alemania, Oskar Lafontaine y su 'Die Linke' ha logrado aglutinar con éxito parlamentario a los descontentos con el sistema. En Italia, por contra, la atomización de las formaciones más progresistas ha llevado a que se conviertan en extraparlamentarias. En España, Izquierda Unida ha comenzado su proceso de refundación con dudas añejas y esperanzas renovadas. El coordinador general, Cayo Lara, quiere capitanear una nueva alternativa. Pretende retomar la calle y recuperar las bases de una sociedad compleja, con un tejido asociativo diferente al de los primeros años de la democracia. Los años de la exaltación de la política han dejado paso a las causas solidarias, ecologistas o sociales.
Los que reivindican una izquierda más allá del PSOE, los que se reclaman hederos de Carlos Marx, rechazan que ser comunista en 2010 sea una entelequia, defienden un proyecto político federal, republicano, feminista y socialista que luche contra el gran 'enemigo' que todo lo impregna, el neoliberalismo económico e ideológico, la adecuación, dicen, del capitalismo a los nuevos tiempos.
Allí donde muchos ven el desastre, las gentes de IU creen que en la crisis económica está el germen para unir todas las sensibilidades progresistas. Existen corrientes en la coalición, leales al proceso de refundación, que abogan por mirar menos a Europa y más a América Latina, donde, a su juicio, se ha abierto un «nuevo ciclo histórico» con bloque de países gobernados por una izquierda muy particular.
Pero la realidad amenaza con liquidar los sueños. Es un hecho que la ley electoral asfixia a la tercera fuerza en número de votos en España -sólo dos diputados con un millón de votos en 2008-. Una queja, sin duda, fundada, pero no se debe olvidar que con la misma ley Julio Anguita obtuvo 21 parlamentarios en 1996, y que en 1979, el PCE, con Santiago Carrillo a la cabeza, obtuvo 23 escaños en el Congreso.
Julio Anguita, ex coordinador de IU
«La izquierda va errática»
Anguita lamenta que la izquierda haya perdido «muchas plumas» y necesita una redefinición. Una búsqueda de la esencia perdida que, de momento, no transita por la senda adecuada. «La izquierda va errática, no encontrará nunca su salida si se mantiene a la caza de su espacio, de su mensaje electoral, porque eso se ha acabado», apunta.
El ex número uno de IU se queja de que hoy cualquier grupo puede denominarse de izquierdas porque, a su entender, se trata de una etiqueta que responde a la mercadotecnia electoral. «Negación de lo existente». Así define Anguita el espíritu que debe regir a un partido de izquierda. ¿Y qué es lo existente? Explica que un progresista debe rechazar tres conceptos clave: el de la competitividad en la economía; el del mercado, como distribuidor de bienes y servicios y supremo hacedor; y el crecimiento sostenido del producto interior bruto.
Anguita añora a los que luchaban por un mundo alternativo, un proyecto que, a su juicio, ha sido abandonado. «La izquierda, a través de la degradación ideológica, tanto de fuerzas políticas como de sindicatos, ha derivado en organizaciones que proponen correcciones al modelo económico», sentencia. Insiste también en abominar la lucha por los espacios políticos desde una óptica puramente electoral.
Se refiere a los programas con los que han concurrido a las elecciones y en los que se proponían una política fiscal más justa, una redistribución del bienestar, una mejor educación o mejor sanidad. Lo que, según su tesis, se resume en una lucha por un trozo del pastel. Para Julio Anguita, el problema con el que se encuentra ahora la izquierda, que le «arruga y atenaza», es que ese pastel ya no existe «tal y como pone en evidencia la actual crisis».
El ex coordinador general de IU reprocha a los actuales dirigentes de la izquierda, tanto de España como de Europa, que no pongan sobre la mesa un nuevo modelo en el que predominen los derechos humanos, el reparto del trabajo, incentivar valores como la educación y la sanidad, y, además, debatir con los sindicatos el concepto de salario que, a su juicio, debe ir más allá de la remuneración directa o suprimir el producto interior bruto por el índice de desarrollo humano, que mide lo que la población tiene en bienes y servicios. Anguita, por lo tanto, propone retomar la lucha ideológica, «una revolución de lo cotidiano».
Rosa Aguilar, consejera de Obras Públicas de Andalucía
«El referente de la izquierda es el PSOE»
Llegó a ser un referente en IU -portavoz en el Congreso y alcaldesa durante una década en Córdoba-, además de la esperanza blanca de la coalición, pero en abril pasado abandonó su formación para integrarse en el Ejecutivo andaluz gobernado por el socialista José Antonio Griñán. Aguilar propone enterrar las discusiones decimonónicas que han atomizado la izquierda en España para centrar los esfuerzos de todos los progresistas en «desenmascarar a la derecha». Sostiene que la actual crisis económica la generó la derecha, «y ahora la paga la izquierda». Abunda asimismo en que hay que explicar, alto y claro, que el mercado ni puede ni debe regularlo todo.
La ex dirigente de IU apuesta por tomar la iniciativa y marcar diferencias entre conservadores y progresistas. Aboga por recuperar los ideales de siempre de la izquierda: solidaridad, libertad, justicia e igualdad. «Esto, que parece de ayer, es del mañana», acota Aguilar, y enfatiza la necesidad de que la izquierda encabece luchas sociales contra el combate al hambre y la pobreza, el cambio climático, la explotación infantil o la violencia de género. Y todo ello, con un objetivo claro: «No dejar que la derecha desdibuje a la izquierda que, ahora más que nunca, debe defender sus valores».
Aguilar considera inverosímil que la izquierda desaparezca en España. ¿El motivo? «Porque la izquierda, en estos momentos, gobierna en España con el respaldo mayoritario de los españoles», explica. Su razonamiento es básico: «El PSOE es el referente de la izquierda en España».
José Luis Centella, secretario general del PCE
«Este año va a ser clave para la refundación»
José Luis Centella sitúa el debate de la izquierda en dos posiciones: los que opinan que es imposible una alternativa al capitalismo y pretenden edulcorarlo desde el punto de vista social, y los que, sin medias tintas, abogan por cambiar el sistema por otro más justo y solidario, «donde una mitad de la humanidad no sea explotada por la otra mitad». El máximo dirigente del PCE asegura que no se trata de sacar el metro para medir qué partido es más de izquierda en España -en referencia al PSOE-, pero atestigua que IU sí está por la labor de intentar un mundo más justo, aunque suene a utópico.
Descarta que los progresistas de los progresistas estén en vías de extinción. Coteja los últimos datos de las elecciones europeas para rebatir la idea de derrota. «En Francia, Portugal, Grecia y Alemania, la izquierda alternativa obtuvo más del 10% de los votos», sostiene.
El riesgo, incide, estaría en la atomización de los partidos de izquierda. Por ello otorga tanta importanciaal proceso de refundación de IU. Reconoce que va más lento de lo esperado, pero también ve signos positivos en las adhesiones que reciben desde el mundo de la cultura o de los movimientos solidarios. «Este año, al no ser electoral, va a ser clave para este proceso porque no hay prisa en ultimar las conclusiones», opina.
Pero esta transformación no puede hacerla IU en solitario. Apunta a la fórmula que ha encontrado la izquierda en América Latina, donde el ciudadano ha recobrado protagonismo, frente al europeo, que se ha convertido, dice, en un «consumidor de estrategia política, que lo mismo vota Coca-Cola que Pepsi, dependiendo de su campaña publicitaria».