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Hacienda sigue la pista de 2.000 gaditanos sospechosos de fraude
Ya ha avisado a algunos de que los documentos que presentaron a la Agencia Tributaria hace unos meses son, cuanto menos, de dudosa fiabilidad
Cádiz Actualizado: GuardarRespira el 30 de junio, cuando pare a la criatura. Varios meses enfrascado entre documentos, guardando facturas, intensas visitas al asesor, horas de cola para solicitar una cita, preguntas al administrador de su empresa... Y, al fin, ya está entregada. Sólo falta la bendición de quien no espera recibir la llamada ni el correo certificado. Ese con cuya lupa gigantesca y todopoderosa sueñan los que, en un alarde de conciencia, se arrepienten de aquel recibo sin adjuntar, la compra sorpresa de un vehículo de alta gama para justificar un exceso de liquidez o de simular convivir con un familiar impedido.
Compungidos o no, Hacienda ya le ha echado el ojo a 2.000 gaditanos, ha empezado a investigar a más de 200 de ellos e, incluso, ya ha avisado a 14 de que los documentos que presentaron a la Agencia Tributaria hace unos meses son, cuanto menos, dignos de sospecha.
La paralela es una declaración alternativa que se le envía al contribuyente tras detectar que los datos aportados en su declaración de la renta no son correctos. Se trata de una propuesta de liquidación provisional que la Agencia Tributaria remite al ciudadano para corregir un error u omisión detectados. ¿Por qué se llama paralela? Pues porque en el documento figuran dos columnas enfrentadas, paralelas, en una de ellas aparecen los datos aportados por el ciudadano y en la otra se reflejan los que Hacienda considera incorrectos.
Según sus técnicos, el acecho del ojo que todo lo ve no implica que el declarante haya incurrido en un fraude a sabiendas ni que vaya a ser sancionado de inmediato. Eso sí, el susto ya no hay quien se lo quite. A fecha de hoy, de las 74.000 declaraciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) correspondiente al ejercicio de 2008 que salieron a devolver -el año pasado fueron unas 71.000-, se están comprobando los datos de unas 2.000.
Obligada revisión
Aunque, de ahí la advertencia de los técnicos, existen dos tipos de procedimientos: el general, que consiste en verificar la autenticidad de los números por una simple incoherencia en los mismos; y la comprobación limitada, que son los casos específicos de los que Hacienda tiene indicios o sospecha de fraudulentos.
Así, advierten de que el hecho de que los documentos hayan pasado el primer filtro e incluso se le haya devuelto al contribuyente la cantidad que le corresponde, no significa que sus cuentas no vuelvan a ser comprobadas. Como casi todo en esta era, el primero en cantar es el ordenador. ¿Por qué? Algunas de las causas más frecuentes por la que se puede recibir una declaración paralela son por haber incurrido en errores de cálculo, que a menudo se concatena con otro y con otro; aplicar deducciones que no corresponden, olvidar declarar algún ingreso o subvención o; simplemente, porque quien debía remitir su declaración no lo hace -desconocer la norma no exime de la culpa por su incumplimiento-.
El intento de desgravar a través de la compra o venta de un inmueble es una de las situaciones más susceptibles de caer en algunos de los filtros impuestos por Hacienda. Por ejemplo, usted presenta una deducción por adquisición de vivienda y no adjunta la referencia catastral de la misma. Pitido informático. Y requerimiento de la Agencia Tributaria que en 2007 recaudó sólo en concepto de IRPF más de 562 millones de euros gaditanos.
Economía sumergida
Más que el sobresalto inicial por saberse bajo el punto de mira del fisco, lo que preocupa a los técnicos de Gestha, el sindicato de funcionarios del Ministerio de Hacienda, es la existencia de un automatismo demasiado riguroso por el que cualquier irregularidad se sanciona de inmediato.
Aunque sobre todo, y es algo que molesta especialmente a la ciudadanía cuando sale a la luz algún artista o personaje popular por sus devaneos con el fraude, lo que más persigue el Cuerpo Especial de Gestión de la Hacienda Pública es la permisividad sobre las grandes fortunas, más aún cuando son conocidas.
«¿Por qué no se hace una investigación al gran promotor inmobiliario que oculta la venta de viviendas o el IVA? Los grandes fraudes no se han investigado y por eso España tiene los niveles más elevados de Europa», subraya el presidente de Gestha, José María Mollinedo.
Y expresa su queja en una de las provincias en las que más que grandes fortunas hay unos índices elevadísimos de economía sumergida. Según algunas estimaciones, el dinero y los bienes en negro mueven en Cádiz casi 5.000 millones de euros -en la actualidad, la bolsa de economía sumergida en toda España, tanto por fraude fiscal como a la Seguridad Social, supera el 23% del PIB, lo que supone un montante de 240.000 millones euros-. ¿Por qué no se examina a la esposa de tal narcotraficante que vive en una mansión del Campo de Gibraltar? Por falta de coordinación entre instituciones y cuerpos de seguridad o por cualquier otro motivo, estos ciudadanos se escapan de las garras de la Agencia Tributaria simplemente porque esta ni siquiera los tiene fichados.
Mientras tanto, el pequeño contribuyente está pendiente del chivato informático. Y varias veces, porque una vez revisadas todas las declaraciones, Hacienda vuelve a investigar los números que, aparentemente cuadrados, aún siguen siendo sospechosos.
En el punto de mira
En este sentido, autónomos y profesionales liberales sienten la lupa cada vez más de cerca. Aquel cliente al que se cobró sin factura, no actualizó las variaciones por el aumento en alguno de los módulos (habitualmente el de personal empleado) sobre los que se calculan los rendimientos netos o aquella intencionada omisión de un ingreso extra. De todas formas, para alegría de esos 2.000 gaditanos que de momento están en el punto de mira de Hacienda, la liquidación provisional no es sinónimo de sanción. El ciudadano dispone de diez días para presentar alegaciones. Si no convence se puede desatar un proceso de recursos y reclamaciones que puede llevar años. Y una mácula que puede durar otros tantos. Demasiado tiempo con la lente encima.
A las arcas
En tiempos de crisis, también para las arcas del Estado, son muchos los que se preguntan si la Agencia Tributaria está estrechando más el cerco. «Probablemente más, pero no por la crisis, sino por el requerimiento masivo de la información para justificar. Es una práctica que no debería ocupar el trabajo de la agencia, porque se hace sobre quien declara y no sobre quien no lo hace», apunta Mollinedo.
En cualquier caso, Hacienda se nutre de las miles de liquidaciones que realiza cada año. La campaña de comprobación masiva de declaraciones del IRPF detecta errores y discrepancias en los datos declarados respecto de la información de las bases de datos de la Agencia Tributaria.
Por otra parte, también y posteriormente se realizan actuaciones para detectar bases imponibles no declaradas y comprobar los datos declarados sobre deducción por vivienda, rendimientos de actividades empresariales, etc. Pues bien, las liquidaciones globales de la campaña de comprobación IRPF-2006 (presentada en junio de 2007, según los datos de la Memoria de 2008, última disponible) fueron en torno a 565.000, por las que recaudó algo más de 564 millones de euros, lo que supone una deuda media de 998 euros por contribuyente investigado por los técnicos. Hechos los cálculos, sólo cabe esperar si la sorpresa será buena o mala.