Otro 'día D' para un Atlético inmerso en un ambiente de crispación

Los cuchillos están afilados y el hacha de guerra desenterrada. Las aguas del Manzanares, ya de por sí turbias, bajan más agitadas que de costumbre. El espantoso ridículo del Atlético en Copa ante el Recreativo (3-0) y las posteriores declaraciones de Quique acusando a los jugadores de falta de profesionalidad han crispado los ánimos. En el choque del sábado ante el Valladolid se decidirá algo más que tres puntos. Está en juego todo un proyecto y quizás, marcará el futuro de algunos futbolistas. Es otro día D para el Atlético. Y ya son varios esta temporada.

«El partido de Huelva ya está pasado, quedó atrás», declaró el técnico madrileño dispuesto a zanjar la polémica que le acompaña los dos últimos días. Desde que advirtió que elegiría jugadores «que no defrauden más», los movimientos en el Calderón no han parado. El técnico amenazó con represalias, algo que contentó a la afición y recibió el respaldo de la directiva. «Todos los atléticos sentimos vergüenza», señaló el presidente Enrique Cerezo tras el partido copero. El máximo dirigente refrendó las posibles medidas de castigo del entrenador: «Tiene las manos libres». Los futbolistas, siempre reacios a la autocrítica, digirieron bastante mal el comentario de su técnico. Consciente de que un enfrentamiento con sus pupilos sólo hundiría más al Atlético, Quique trata de regresar a la normalidad. «Hay que aceptar los errores pasados y futuros como propios», sentenció. El once que salte al José Zorrilla será la vara de medir. Varios son los jugadores señalados por su flagrante desidia y apatía. Cleber Santana, Jurado e incluso Forlán, están en el centro de todas las críticas.