Artículos

Elogio del colchón

ANA LÓPEZ-SEGOVIA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Tras una larga historia de odio-odio, por fin hoy he roto mis relaciones con el BBVA, después de que me sorprendieran el pasado mes de diciembre con la noticia de que me habían quitado 124 euros en concepto de comisiones e intereses semestrales. Intenté por todos los medios que me devolvieran algo, pero no ha sido posible, así que en un alarde de impotencia chulesca, que es lo único que me queda, he retirado mis exiguos fondos para siempre.

Y no, no se crean que los 124 euros me los han quitado por llevarme todo el día haciendo transferencias y otro tipo de operaciones sofisticadas. Lo que pasa es que ya te cobran por cualquier asqueroso movimiento que hagas en tu cuenta. No tengo constancia de haber sido avisada de esta tremenda subida de las comisiones, pero es cierto que bien me lo han podido comunicar en alguna de las cartas que recibo, que recibía, perdón, con los extractos de los movimientos de mi cuenta. Lo único que está claro es que me la han colado bien.

Total, que ahora he ganado en libertad. El dinero que me queda ha ido a parar debajo de mi colchón, en tanto encuentro una nueva entidad a la que confiar mi economía. Debo decir que sé de sobra que todas son iguales. Tiene guasa, ¿no?, que uno no pueda estar tranquilo con su dinero en el banco. No deja de asombrarme que estas entidades puedan actuar con tanta impunidad, con artimañas, a hurtadillas, con alevosía. En fin. De momento voy a dormir bastante más tranquila, y hasta veo bastante posible que mis patéticos ahorros tarden bastante en abandonar mi colchón.