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Economia

Cerca de un millón de ocupados 'ignora' la crisis y aspira a un trabajo mejor

Un 5% de ciudadanos con empleo acude a los servicios públicos en busca de otra colocación más acorde con sus intereses

ELISA GARCÍA
MADRID.Actualizado:

La crisis y sus dramáticas consecuencias sobre el mercado de trabajo no han acabado con la ilusión de cientos de miles de personas que aspiran a conseguir un empleo mejor. El año 2009 terminó con 951.943 ocupados en busca de una colocación más acorde con sus intereses profesionales que la que actualmente tienen y, para ello, se apuntaron a las listas de los Servicios Públicos de Empleo (antiguas oficinas del INEM). El colectivo es una pequeña isla en el conjunto de ciudadanos con trabajo. Tan sólo representa el 5% de un total 18,8 millones de personas, entre asalariados y autónomos. Los datos también ponen de manifiesto que la inmensa mayoría de los ocupados prefiere dedicar su esfuerzo a conservar el contrato o la actividad que desarrolla antes que embarcarse en aventuras laborales.

El pasado día 31 de diciembre había 5.325.731 personas en el registro oficial de demandantes de empleo. Es decir, el número de apuntados ya superaba con creces la mítica cifra de los cinco millones, pero no todos estaban desocupados. La propia secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, dejó muy claro el pasado martes, mientras presentaba la evolución del empleo en diciembre, que el total de parados se limitaba a 3.923.603.

Entonces, el grupo de trabajadores 'inconformistas' suponía casi el 18% del total de ese registro oficial y aunque el espíritu de muchos ciudadanos activos está en continuar la búsqueda de un empleo mejor, la recesión sí ha hecho mella y el número se reduce a medida que pasa el tiempo. Por ejemplo, en 2007, cuando el ánimo de los ocupados estaba más alto y el futuro parecía sonreír al presentarse despejado de nubarrones, la tasa llegó al 30%.

Perfil

Un extenso informe del Ministerio desvela, además, que el perfil predominante entre los ocupados que desean cambiar de trabajo responde al de una mujer, mayor de 25 años, dedicada al sector servicios y con residencia en Andalucía. Esta conclusión obedece, entre otros factores, a que el 52% (495.730) de los trabajadores más audaces eran mujeres, mientras que los hombres con aspiración únicamente eran el 48% (495.730).

La diferencia por género se reduce a cuatro puntos, pero se dispara en el análisis por edades. Dentro de las mujeres que esperan cambiar de trabajo, el 93% (461.831) tenía más de 25 años. También el colectivo masculino mayor, representante del 92% (421.077) de los hombres, correspondía a esa franja de edad.

La construcción -el sector más dañado por la recesión económica- contaba a final de 2009 con sólo 67.633 aspirantes a variar su futuro profesional y se colocaba como el área productiva con menor inquietud. En el lugar opuesto figuraban los servicios, con 540.194 ocupados con ganas de mejora, es decir, más de la mitad del colectivo estudiado pertenecía a esta actividad.

Respecto al mapa autonómico, Andalucía encabeza las comunidades, con 238.236 trabajadores dispuestos al cambio. A continuación, aparecen Cataluña con 158.811; la Comunidad Valenciana, con 90.746; y Madrid, con 87.459. La clasificación de los ciudadanos inscritos en las listas de los servicios públicos data de 1985. Y la diferencia entre los 5.325.731 demandantes y los 951.943 ocupados que buscan un trabajo mejor se desglosa en 198.355 que carecen de empleo y necesitan un contrato especial por sus circunstancias, 251.830 que están considerados no ocupados por ser estudiantes, agricultores eventuales, etc., y los 3.923.603 parados tradicionales.