En 2010 tampoco será fácil comprar una vivienda
Las condiciones fijadas por los bancos imposibilitan las hipotecas
CÁDIZ. Actualizado: GuardarCuando el camino se vuelve empinado y pedregoso hay que soltar lastres. Y en el sendero de la economía doméstica no hay otro tan pesado como el de la hipoteca. Lo demuestran los números, los que marcan la bajada espectacular de la formalización de esta deuda de los consumidores para con los bancos, que han cerrado el grifo de los créditos. Pocos se atreven con el proyecto de comprar, y pagar, una vivienda, y aún menos entidades bancarias conceden el préstamo. Todos lo saben. Y todos se aventuran a asegurar que en este 2010 la tendencia a seguir es la del desahogo, esto es, se firmarán las mismas o incluso menos que durante el pasado año.
De enero a octubre de 2009 se formalizaron algo más de 21.500 hipotecas de fincas urbanas en la provincia de Cádiz. Una cifra que, por baja, puede ser comparada con el mismo periodo de 2002, cuando se contrataron poco más de 17.000. Según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística ese ejercicio supuso el punto de partida de un paseo, el del boom inmobiliario y la financiación sin límites. De llano a cuesta abajo para pasar después a una sufrida ascensión. El pico de contrataciones de hipotecas se produjo en la provincia en el año 2006. Fueron más de 46.000 (de enero a octubre de ese año) y supusieron, de media, un endeudamiento de más de 126.000 euros por inmueble. En apenas cuatro años, se han reducido hasta un 54% el número de formalizaciones. No así el importe de las mismas, que se sitúa en la actualidad en una cantidad ligeramente inferior a la de aquel año, en torno a los 120.000 euros de media.
José Antonio Muñoz, de Analistas Económicos de Andalucía lo aclara de manera tajante. «El examen de las hipotecas es un indicador indirecto de lo que ocurre con el mercado inmobiliario». En este sentido, cabe destacar que las ventas de vivienda cayeron (entre enero y septiembre de 2009) un -27,6% en tasa interanual en Cádiz (en torno a la media de Andalucía, -27,4%). Y que en el caso de las hipotecas, «como era de esperar», el comportamiento fue similar, se registró un 24% menos en Cádiz y un 22,3% menos en el conjunto de Andalucía.
Temor por el desempleo
Lo que no se ha desinflado, según promotores y agentes inmobiliarios, son la intención de los consumidores de tener casa propia. Lo que ocurre y continuará pasando en los próximos meses es que los bancos se mostrarán especialmente selectivos a la hora de conceder la hipoteca. «La mayoría de las operaciones tienen un buen perfil. Los usuarios que vienen a nosotros llegan confiados, pero se les tumba en la misma puerta de la sucursal», cuenta el dueño de la inmobiliaria gaditana Prodyser, Pepe Linares. Se habla, por ejemplo, de un funcionario, soltero y con ahorro demostrado. Si a mediados de la década este hipotético comprador hubiera solicitado el crédito «se lo hubieran dado con los ojos cerrados». Y hoy, sin embargo, se le exigiría hasta un doble avalista.
Las tasaciones de viviendas también suman su grano de arena a las restricciones impuestas por los bancos. En este 2009, según los expertos, la valoración de algunos inmuebles ha bajado hasta un 15% con respecto al precio de mercado. «Si estas tasaciones no se ajustan a la realidad, sólo va a comprar viviendas quien tiene mucho ahorrado», subraya Linares.
Muy pocos, a tenor de las cifras del paro. La inestabilidad laboral es el principal hándicap con el que se encuentran los que aún ni siquiera han decidido si hipotecarse o no. Para la asociación de usuarios de banca Ausbanc el desempleo es, de hecho, el principal determinante para que el mercado apenas se haya movido en estos últimos meses. Y eso a pesar de que el precio de la vivienda ha experimentado una considerable bajada en los dos últimos años. Aunque sea el momento ideal para comprar, muy pocos se arriesgan.
«Muchos no fueron conscientes de que hay una norma no escrita que prescribe que se debe destinar el 40% de nuestra renta anual a la hipoteca y algunos ya lo superaron de primeras. Cuando vino la subida, la posibilidad de hacer frente al pago se esfumó», explica el abogado de Ausbanc en Sevilla Rafael García. De ahí la ruina. Por eso, por más que el euríbor se estabilice, sin un puesto de trabajo fijo no hay quien se anime a comprar. La subida del IVA y la disminución del consumo en un panorama de crisis tampoco propician la asunción de riesgos.
Puesto que el empleo es una de las variables claves y las previsiones no son muy halagüeñas (se estima que caerá un -3,1% en Andalucía y un -1,6% en Cádiz en 2010) las perspectivas de reactivación del mercado inmobiliario y del hipotecario tampoco lo son. «Las previsiones no siempre se cumplen. Esa es la esperanza que nos queda», confían desde Analistas Económicos de Andalucía.
Al fin y al cabo, todo depende de que los bancos vuelvan a conceder los créditos. En el caso de la provincia, las entidades se han centrado en dar salida a las grandes promociones de viviendas que quedaron sin vender y que asumieron ellas. «Del resto, a poquísimas se le concede la hipoteca», denuncia el dueño de Prodyser.