«¡Tengo tres cinturas!»
Puede haber diferencias de varios centímetros en prendas de la misma talla. Lo comprobamos en 4 tiendas
Actualizado:La unificación de las tallas empezó a estudiarse en el Senado en 1999, pero el asunto no saltó a los titulares hasta febrero de 2006 por una denuncia contra la Pasarela Cibeles y sus anoréxicas modelos. Medio año más tarde, el certamen estableció como talla mínima la 38 y rechazó al 30% de las chicas. ¿Pero qué 38? La directora de los desfiles más importantes para la moda española dijo entonces que las jóvenes tenían una proporción media de 85-60-90.
Se parece bastante poco a la de miles de españolas que visten esa talla, aunque en sus armarios guarden ropa que marca una 42 ó una 36. Como denunció la OCU a finales de diciembre, en un estudio con 66 prendas, puede haber diferencias de hasta 10 centímetros pese a que en la etiqueta figure el mismo número.
Ana hace de modelo para V. Mide 1,70, pesa 53 kilos y tiene 85-65-92. ¿Cuál es su talla? Ninguna de las dependientas preguntadas en un pequeño trabajo de campo realizado estas fiestas, sin ánimo científico, ha sabido qué contestarle. «Depende del modelo». Y tanto. Elige para el muestreo la prenda rey: vaqueros de talle bajo. La primera parada es en H&M, una multinacional extranjera que se quedó fuera del estudio antropométrico. Le explican que su ropa está hecha «para mujeres suecas, más grandes que las españolas». La 38 falta en varios modelos, pero logra dar con una. Le queda amplia y va a por una 36. ¡Perfecta!
«Depende del modelo»
Ana entra en Sfera, la marca económica de El Corte Inglés, donde abunda la 38. En el probador se explica por qué. Escoge unos pantalones «estrechos y sexis que captan miradas a cada paso», reza la publicidad. Va directa a por ellos. Y... horror. No entran sus cartucheras. Discretas, pero cartucheras. Se tumba en el probador, mete todo lo que puede meter, pero no hay manera. Lo intenta con una 40 y le queda demasiado ceñida. La suya es una 42. Le interroga a la dependienta. «Es que estos tallan pequeños. Ya sabes, depende del modelo».
En Zara vuelve a pelearse con otros vaqueros de la 38 que se quedan atascados ¡en los gemelos! En Mango coge desesperada tres modelos y termina de entender por qué las españolas tardamos tanto en el probador. De los de tiro más bajo y pegados como unos leggins necesita la 40. Los de corte más clásico le van bien en la 38. En los elásticos, la 36. Nuestra modelo no sale de su asombro, no se lo puede creer: «¡Tengo tres cinturas!».