Enfado
Actualizado:Ante el enfado de la afición, lo peor que puede hacer el Consejo de Administración del club amarillo es reaccionar de forma malhumorada o tirar balones afuera esgrimiendo argumentos inconsistentes. Cuando aún se está a tiempo para enmendar los errores, sólo es lógico efectuar un análisis riguroso con el fin de descubrir las causas que explican el deficiente funcionamiento del equipo y así buscar las soluciones eficaces que eviten el alejamiento definitivo de los seguidores. No olviden, por favor, que los aficionados acudimos al Estadio para entretenernos viendo un buen fútbol y, por supuesto, disfrutando con el triunfo. En esta ocasión no podemos decir que los dirigentes generaran unas desproporcionadas expectativas con la intención de aumentar número de abonados. Ninguno de los directivos se atrevió a prometer el ascenso a la División de Honor. Pero los hechos están demostrando que, si se sigue por este camino, el equipo nuevamente descenderá al negro pozo de la Segunda División B. Y es que, jornada tras jornada, estamos comprobando cómo este Cádiz tiene dificultades para ganar tanto a los equipos modestos como a las grandes. A mi juicio, la clave de este nuevo desengaño radica en la confección de una plantilla que, aunque es amplia, es incompleta porque la defensa es blanda, la media es endeble y los enganches lentos. Necesita, por lo tanto, tres jugadores experimentados: uno que infunda respeto en el centro de la defensa, otro que imponga orden en la medular y otro que pase el balón con rapidez a los delanteros. Si no se buscan soluciones a estos problemas serios, mucho me temo que la ansiedad se siga apoderando de los futbolistas y que los aficionados caigan en el desánimo, en el desaliento y en la indignación.