Mr. Bean, presidente por un día
Zapatero y el presidente de Irán, al que un hacker desea la muerte en su web oficial, son las últimas víctimas del escarnio cibernético mundial
Actualizado:Casi 12 millones cuesta la factura de 'seguridad' y asistencia técnica que el Gobierno tendrá que pagar a Telefónica por su trabajo en torno a la web de la presidencia española del Consejo Europeo (www.eu2010.es). Apenas un puñado de euros de la cuota de banda ancha debió suponerle al hacker que instaló unos minutos a Mr. Bean en lugar de Zapatero en la página oficial. La notoriedad es la principal ganancia que ansían la mayoría de los piratas.
El presidente español no ha sido la única víctima del escarnio cibernético en los últimos días. Un pirata informático asaltó ayer mismo la web del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad. No precisamente para felicitarle el año. El mensaje insertado por el hacker en la página gubernativa reza así: «Querido Dios, en 2009 te llevaste a mi cantante favorito (Michael Jackson), a mi actriz favorita (Farrah Fawcett), a mi actor favorito (Patrick Swayze) y a mi voz favorita (Neda). Por favor, por favor, no te olvides de mi político favorito (Ahmadineyad) y mi dictador favorito (Alí Jamenei) en 2010. Gracias».
Mientras, Gobierno y oposición seguían a la greña por el ataque de Mr. Bean durante el primer día de liderato europeo. La noticia encabezaba la lista de las más leídas en muchos periódicos digitales. Expertos en la red catalogan lo ocurrido como un «agujero tontísimo en la seguridad» y «error de principiantes». El Ejecutivo niega la mayor. Asegura que nadie entró en la web oficial, sino que el hacker creó una página espejo que engañó a los internautas y en la que se mostró al presidencial Rowan Atkinson.
Que Bean desapareciese en apenas unos minutos no evitó que el asunto coleara en internet. Redes sociales como Twitter se hicieron eco velozmente del ataque y reprodujeron 'pantallazos' de la web. El debate continuaba ayer. Y por cierto: todos juran haber capturado la imagen de la página oficial, no del misterioso 'espejo' del que habla el Ejecutivo. «¿Es segura la presidencia española?», llegaban a preguntarse con mala leche en un foro debate con casi 2.200 intervenciones.