Baltasar vino del Caribe
La dominicana Rosa María de Jesús es la encargada de representar este año a Baltasar en Puntales
CÁDIZ. Actualizado: GuardarTiene un nombre que suena a Navidad -Rosa María de Jesús- y sobre todo, mucha ilusión por representar el papel de Baltasar en Puntales. No es la primera vez que en este barrio se corona a una 'Reina' maga y mucho menos, de color. De hecho, la costumbre es que este honor lo detenten personas de la comunidad inmigrante.
Rosa -«me puedes llamar Morena»- llegó a la ciudad hace casi ocho años desde Los Derramaderos, una pequeña comunidad de la República Dominicana, lindando con la frontera haitiana. «Ni había oído hablar de Cádiz», reconoce. Pero la adaptación no fue un problema. Aquí en Cádiz tuvo a su hija, a la que ha sacado adelante sola, luego con la ayuda de una hermana.
Enfermera de profesión, durante mucho tiempo cuidó ancianos. Ahora trabaja en el servicio doméstico. Por las mañanas en una casa y por las tardes, en otra. Los fines de semana, barre las calles de la ciudad. No se queja. «Tengo libre desde las dos de la tarde del domingo hasta el lunes», dice abriendo los ojos, como si fuera comparable a unas vacaciones en un resort.
Le hubiera gustado que su hija María Teresa la hubiera visto desfilar en la Cabalgata del barrio, pero está en casa de su abuela, pasando las Navidades. «A ella le encanta todo lo que tenga que ver con los Reyes Magos».
Cuando le propusieron representar a Baltasar, no podía creérselo. «Esta mañana me levanté y dije: 'Ay Diosito, no dejes que llueva'», recuerda mientras bebe su descafeinado y sonríe, porque está segura de que le hará caso.
Está contenta en Cádiz: «No he me encontrado a nadie malo», aunque a veces siente añoranza. «Si tengo que llorar, lloro, pero si tengo que salir a la calle a buscar una sonrisa, lo hago».
Su remedio contra la nostalgia es ponerse un abrigo y salir a pasear por el casco antiguo. «Es que me recuerda mucho a mi país, ¿sabes?». Tiene además, un hada madrina, Ángela Martínez, «que me da buenos consejos». Y montones de amigos, muchos de ellos dominicanos. Se reúne con ellos en la iglesia (va a misa en Santiago) o en convivencias, en Cáritas, en Tartessos o en la asociación Tierra de Todos. «Yo represento a mi país cuando hacemos la fiesta de los pueblos», dice con orgullo no disimulado.
Su ilusión es que su hija, «que se siente muy de Cádiz», estudie. «Lo que ella quiera, y yo estaré a su lado para apoyarla», asevera, pero aunque está a gusto en la ciudad, en el barrio en el que vive (Santa María) quiere regresar algún día a su tierra y morir allí.
En la República Dominicana, también se celebra la fiesta de Reyes, pero sólo con regalos para los niños, sin cabalgata. A partir de ahora en Los Derramaderos ya pueden ponerle cara al Rey Baltasar. La cara de Morena.