Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Artículos

La afición está viva

MANOLO CAMACHO
Actualizado:

Del día de ayer, pese a la desastrosa imagen ofrecida por el Cádiz, saco dos cosas positivas. Por un lado que la afición no está tan dormida como parecía estar en las últimas temporadas y se hizo notar mostrando su disconformidad ante lo que estaba pasando. Y lo segundo es que aún queda muchísimo tiempo por delante y la permanencia no es una quimera. Es posible por el tiempo que aún resta para acabar el campeonato, porque si nos atenemos a lo que ofrece nuestro equipo, entonces, tenemos que ser algo más pesimistas. En cuanto a los gritos y la bronca de ayer de la afición , digo que son positivos porque demuestra que esta afición ha dejado de ser dócil y conformista y a la que el resultado ya no le da igual, ni ha venido sólo a emborracharse. Pero cuidado, aplaudo que la grada se exprese y demuestre no estar invernando una temporada más, pero no estaré jamás de acuerdo con la violencia ni los insultos. Volviendo a lo vivido en Carranza en la jornada dominical, hay que destacar la poca afluencia de público que registró el estadio, es verdad que habría gente comprando los regalos de reyes, y que la tarde no invitaba a ir al fútbol, pero no es menos cierto que este Cádiz está invitando poco al aficionado a acudir a su cita semanal con su equipo. La tarde de ayer me recordaba, por las llamadas de los oyentes, a aquella fatídica tarde del Rico Pérez, pero con la diferencia abismal de que entonces no había nada que hacer y ahora es posible.

Y al final he de volver a lo que decía de lo bueno que es que la afición se manifieste. Porque en aquella ocasión no hubo ni un grito ni una pitada en toda la temporada y así nos fue. La afición sabe que, por la parte que le toca y a su manera debe dar ese toque de atención a jugadores, entrenador, presidente, director deportivo y consejo de administración. Y lo ha hecho, ahora le toca el turno de poner remedio y solución a los que deben hacerlo, pero actuando, nada de mensajes de tranquilidad que sirve de poco si no va acompañado de actuaciones adecuadas. Y punto.