Pantalones para pescar y jerseys perfumados

Thom Browne conquistó primero Nueva York y ahora prepara su asalto a Europa actualizando los trajes grises de franela de toda la vida. A este provocador diseñador al que numerosas empresas le encargan toda clase de colaboraciones -lo mismo diseña relojes y gemelos para Harry Winston que maletas para Samsonite y zapatillas deportivas para Converse -le encanta la idea de uniformar a los hombres por varias razones. Entiende que no necesitan «mucha ropa» y que la saturación de firmas es tal que acaba confundiéndoles. A Browne le encanta el estilo punk y transformar a los ejecutivos como si fuesen a pescar en lugar de pasarse por la oficina. Basta echar un vistazo a estos pantalones de talle corto. Incluidos los suyos.

Desde luego, no son aptos para cualquiera. Que Thom ha marcado un hito en la forma de vestir al revisar las proporciones del traje sastre es más que evidente. Pero, ¿quién se atrevería a ir a trabajar con unos pantalones que dejan al descubierto el tobillo y una silueta que se pega de forma extrema al cuerpo con solapas estrechas y corbatas maxilargas? Pues bien, remangándoles los bajos, ha causado estragos entre los neoyorquinos y tokiotas. Su éxito ha sido tal que creadores como Paul Smith, Lanvin o Junya Watanabe han movido ficha rápidamente y se han sumado a esta divertida tendencia de incierto futuro en Europa aplicando una doble vuelta desestructurada que roza el tobillo. Los expertos aconsejan a quienes se decidan a dar un paso tan arriesgado combinarlos con zapatillas o náuticos, prescindiendo incluso de los calcetines.

La moda sigue, pues, su curso sorprendente. Harmont&Blaine vende un jersey perfumado y confeccionado con un hilo especial que, al contacto con el cuerpo humano, suelta un aroma a lavanda. Se configura como la perfecta alternativa para los que están hartos de utilizar todos los días la misma fragancia.