Osasuna frena la racha blanca

Osasuna dejó al Real Madrid con las ganas de empezar el año como líder. Después de cuatro victorias consecutivas y de experimentar una notable mejoría en su fútbol, con un equipo en el que ya habían encajado las piezas y prometía mucho, Osasuna, a base de trabajo y disciplina, se encargó de frenar su gran racha.

Aunque el Madrid sí tuvo ambición y generó muchas ocasiones en la segunda mitad, con más ímpetu y presión que fútbol, que brilló por su ausencia en el primer tiempo, fue muy merecido el empate sin goles con el que se llegó al descanso. El Madrid sabía era muy consciente de que le esperaba un choque tremendo en el Reyno de Navarra y lo pudo comprobar frente al físico y el despliegue de Osasuna, que no dejó carburar a los blancos en el centro del campo.

Cristiano, Higuaín y Van der Vaart estuvieron casi desaparecidos, la banda derecha madridista no existió, y tampoco funcionó Xabi Alonso. Sólo el incansable Lass tuvo que bregarse ante Nekouman y Puñal, y con un solo disparo a puerta del Madrid en toda la primera parte -muy flojo de Van der Vaart a las manos de Ricardo-, el equipo de Pellegrini apenas acabó una jugada de ataque. Osasuna también acusó su fluidez creadora y, pese a que Aranda y Pandiani empezaron dando mucha guerra a la defensa blanca, ésta no tardó en tomarles la medida para que cayesen varias veces en fuera de juego.

Donde sí sufrió el Madrid, como es habitual, fue a balón parado y así es como pudo abrir el marcador en la única acción en la que tuvo que responder Casillas, a cabezazo de Nekouman a la salida de un córner. Ya dio muestras de debilidad la zaga blanca poco antes con un saque de falta que Flaño remató fuera, también de cabeza. No pasó más apuros atrás el Madrid, que arrancó muy metido y sacrificado pero su fue desinflando ante el empuje de un Osasuna que se animó, espoleada por su afición, a base de poderío y coraje y no permitió que el favorito dominase en ningún momento.

Salvador Ricardo

No pintaba nada bien un partido de tanto físico para el Madrid y con un Osasuna tan táctico y agrupado. Sin embargo, despertaron los blancos tras el descanso y comenzaron a ser autoritarios, a llegar y a crear ocasiones sin descanso, casi siempre con la participación de Marcelo e Higuaín. Pero no había puntería para sorprender al fiable Ricardo, pese a que el partido empezó a tomar un claro color blanco en ese arranque de la segunda mitad.

El choque se volvió loco y de lo que podía haber sido un inesperado uno a cero, la escuadra navarra se salvó del gol con una milagrosa mano del veterano guardameta a disparo de un Higuaín que se aprovechó de un resbalón de Miguel Flaño.

El chileno Manuel Pellegrini acababa de dar entrada a Karim Benzema para formar una línea ofensiva de tres, pero tras esa oportunidad malograda por el argentino, se acabaron las alternativas y la emoción, aunque Ricardo aún debió emplearse a otro disparo lejano. A partir de ese momento, el Real Madrid ya no se sintió tan poderoso, perdió juego y fe y Osasuna resistió con todo para asegurar al menos un empate. Tuvo que encerrarse al final en su área ante el acoso de los blancos, pero éste estaba ya fundido y sin ideas.

El técnico del conjunto navarro se mostró satisfecho con la labor realizada por sus jugadores. «Hemos sabido jugarle a un gran equipo como el Real Madrid. Pudimos evitar su pegada y, al menos, hemos logrado un valioso punto ante uno de los favoritos para alzarse con el título liguero», apuntó el entrenador murciano.

El futbolista brasileño se mostró contrariado al finalizar el encuentro. «Hemos hecho de todo, hemos tirado a puerta, pero no hemos podido con Osasuna», confesó el veloz jugador suramericano. Para finalizar, Marcelo señaló: «Teníamos la mentalidad de estar junto al Barcelona, pero no ha sido posible».