El fantasma de los niños robados
Las autoridades argentinas investigan si los hijos de la dueña de Clarín descienden de desaparecidos durante la dictadura
BUENOS AIRES. Actualizado: GuardarLas sospechas sobre la adopción irregular de dos menores que serían hijos de desaparecidos durante la dictadura militar argentina (1976-83) vuelven a amenazar a la propietaria y directora del poderoso grupo periodístico Clarín, Ernestina Herrera de Noble, que ya estuvo detenida por este caso hace siete años. La mujer, viuda del fundador del periódico, asumió en 1976 la tutela de una niña y un niño, Marcela y Felipe. Esta semana, los dos jóvenes, que ahora tienen 33 años, se sometieron a una prueba de ADN para determinar si son hijos de dos familias de víctimas del régimen castrense que los reclaman ante el Cuerpo Médico Forense, dependiente del Poder Judicial.
La asociación Abuelas de Plaza de Mayo, que busca a hijos de desaparecidos, protestó nada más saber que los jóvenes entregarían muestras de sangre porque en los supuestos casos de adopciones ilegales la Justicia debe ordenar obligatoriamente estas pruebas. Las muestras biológicas se cotejan con los restos de las víctimas en el Banco Nacional de Datos Genéticos.
El juez federal que supervisa el proceso, Conrado Bergesio, atendió las quejas de las Abuelas de Plaza de Mayo y ordenó acceder al domicilio de los jóvenes para obtener muestras de cabello y objetos personales. Poco después de la orden judicial, los abogados de la familia Noble advirtieron de que pedirán la nulidad del procedimiento.
La dueña de Clarín, un conglomerado formado por más de 200 medios, no niega que Marcela y Felipe puedan ser hijos de desaparecidos pero sostiene, a través de sus asesores legales, que los adoptó de buena fe. Sin embargo, los trámites de guarda y adopción están plagados de irregularidades, según Abuelas de Plaza de Mayo.
Un centenar de identificados
La asociación, que ha identificado a 100 hijos de desaparecidos, recuerda que existen 14 casos de jóvenes que no fueron robados, sino que las familias los adoptaron sin conocer su origen. Ante la sospecha de que pudieran ser descendientes de víctimas de la dictadura, estas parejas aceptaron los análisis genéticos. De acuerdo a Abuelas de Plaza de Mayo, los Noble frenan las pesquisas judiciales desde hace 20 años.
La investigación del caso comenzó en los años 80. Se cree que Marcela podría ser descendiente de Roberto Lanuscou y Bárbara Miranda, asesinados en 1976 junto a dos hijos. La menor, de seis meses, Matilde, nunca apareció y la familia cree que podría ser Marcela.
Enrique García y su esposa, Maria del Carmen Gualdero, fueron secuestrados por fuerzas de seguridad el mismo año cuando ella estaba embarazada, y su familia cree que el niño que alumbró en cautiverio puede ser Felipe.