El fantasma de ETA reaparece en el aeropuerto de Barajas tres años después
La Policía explosiona una mochila sospechosa en el mismo módulo del parking de la T-4 que los terroristas volaron en el 2006
MADRID.Actualizado:El fantasma de ETA reapareció ayer en la T-4 de Barajas. Efectivos de los TEDAX del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) explosionaron sobre las 13.00 horas una mochila sospechosa que había sido abandonada en el mismo módulo D del aparcamiento de la nueva terminal que los terroristas hicieron saltar por los aires el 30 de diciembre de 2006 matando a los ciudadanos ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio.
La alerta antiterrorista, que obligó a desalojar la mayoría de los aparcamientos de la T-4 y a acordonar la zona, no alteró sin embargo los cientos de vuelos programados en el aeropuerto madrileño.
La alarma saltó cuando uno de los perros antiexplosivos de las unidades de la Policía que patrullan en el aeropuerto 'señaló' poco después del mediodía una mochila abandonada que momentos antes había sido localizada bajo un vehículo 'Mercedes' que se encontraba en la plaza 738 de la planta 0 del reconstruido módulo D.
Desalojo
De inmediato, los agentes procedieron a desalojar los aparcamientos y a enviar a los pasajeros a un descampado cercano, mientras acudían a la zona las unidades especializadas de los TEDAX.
Los artificieros, tal y como marca el protocolo, procedieron a explosionar la bolsa sospechosa con un 'cebo' para neutralizar un posible artefacto. Sin embargo, tras la explosión los funcionarios comprobaron que en el interior de la mochila no había rastro alguno de explosivos.
Entre los restos encontraron varios botes de cosméticos, documentos y unas gafas. Finalmente, el cordón de seguridad se levantó a las 13.20 horas y las decenas de conductores que aguardaban en las inmediaciones pudieron acceder a sus vehículos.
Casi al mismo tiempo que estallaba el cebo, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, confirmó en una comparecencia de prensa para que todo había sido una «falsa alarma».
La aparición de esta mochila hizo activarse todas los protocolos de seguridad en el aeropuerto, golpeado ya varias veces por la violencia etarra en los últimos años.
Además, había varios indicios que, en principio, apuntaban a un nuevo atentado de la banda terrorista: el hecho de que la bolsa estaba exactamente en el mismo módulo destruido por la bomba, el tercer aniversario de aquel atentado que terminó de 'facto' con la última tregua ,el comienzo de la presidencia española de la Unión Europea y, sobre todo, la alerta, el pasado 28 de diciembre, de Pérez Rubalcaba, quien, tras una reunión con representantes del Gobierno vasco, desveló que ETA prepara un atentado de envergadura para tratar de hacerse presente durante el semestre de la UE.
El temor a esa gran acción de ETA, junto a la siempre presente amenaza 'yihadista', hizo que el pasado martes el número dos del Ministerio del Interior, el secretario de Estado para la Seguridad Antonio Camacho, elevara a nivel 2 la alerta del Plan de Prevención y Protección Antiterrorista. Ese estadío implica, según informó esta semana Interior, un «riesgo probable de atentado».
Ese plan antiterrorista tiene, precisamente, como uno de sus ejes centrales el aumento de la seguridad en infraestructuras de transportes, en especial aeropuertos, y otros nudos de comunicaciones.