Miembros de la plataforma 'Campo de Guía' en defensa de las bodegas en la bodega'La siete esquinas', en agosto de 2006. / ARCHIVO
EL PUERTO

El futuro bodeguero pende de un hilo

Alrededor de 40 bodegas siguen en pie pero tan sólo unas pocas mantienen la actividad vitivinícola que siempre distinguió a la ciudad El inminente Plan del Casco Histórico determinará el uso de Campo de Guía

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El futuro del patrimonio bodeguero de El Puerto, o lo que queda de él, será planteado en breve por el equipo redactor del Plan General de Ordenación Urbana en el catálogo de edificios protegidos del casco histórico. Alrededor de 40 bodegas sobreviven actualmente, pese a la presión inmobiliaria de los últimos años y el propio abandono de la actividad vitivinícola. Algunas mantienen su uso original, otras se encuentran vacías y otras tantas han acogido otros usos, como establecimientos comerciales.

Pero antes de ser aprobado por el pleno municipal, el PEPCH -Plan Especial de Protección del Casco Histórico-, tendrá que obtener el visto bueno del equipo de gobierno, que a su vez lo dará a conocer a los grupos de la oposición.

El equipo redactor del PGOU, Territorio y Ciudad, también obtuvo la adjudicación del PEPCH por parte del Ayuntamiento, pero dada la complejidad del documento por la singularidad arquitectónica de El Puerto, los expertos decidieron desligar este encargo del Plan General, que actualmente se encuentra en su periodo de exposición pública.

De momento, en los primeros avances se vislumbra un especial celo con las bodegas de Campo de Guía, que abarca las calles Los Moros y Valdés. En este punto existe una fuerte presencia de Osborne -algunos inmuebles datan de 1838- y al menos dos bodegas de las aproximadamente 20 que se mantienen íntegras, acogen otros usos, como ultramarinos y tiendas multiprecios.

Recorrido

Las bodegas de Campo de Guía componen el conjunto más importante de la ciudad y en el avance del PEPCH poseen protección integral. Muy cerca, en el entorno a la iglesia San Francisco, junto a la plaza de toros, se encuentran otros importantes inmuebles pertenecientes a Caballero. No obstante, también existe un cinturón de bodegas que bordean El Puerto desde el parque del Vino Fino -ubicación de Terry- hacia la barriada José Antonio. En las calles Cielo, Cruces y Cantarería se mantienen naves aisladas que también poseen protección y usos comerciales permitidos, como una tienda de motocicletas y otra de material veterinario. Sin embargo, hasta que no se haga público el PEPCH con todas y cada una de sus fichas, tanto de las bodegas como del resto de inmuebles de interés artístico, cultural o antropológico, no se sabrá a ciencia cierta hasta dónde llegará su nivel de protección ni qué tipo de actividades podrán acoger las naves. Pero no es esta la primera vez que se ordenan sobre el papel las claves para preservar el casco bodeguero de El Puerto. A finales de los 90, con Independientes Portuenses gobernando la ciudad, se elaboró un PEPCH que se guardó en un cajón no llegándose a aprobar.

Eran los años del 'boom' inmobilario, y según el portavoz de la plataforma Campo de Guía y a su vez, de Izquierda Unida, Julio Acale, existían presiones por parte de algunos bodegueros para que sus naves fueran convertidas en viviendas, algo que el documento de protección no contemplaba. En este sentido, el nuevo PEPCH también ha estado a punto de dejar fuera buena parte de las bodegas de Campo de Guía porque la línea de separación del casco histórico fue trazada justo en la calle Valdés, lo cual concedía el uso residencial a varias bodegas. Una cuestión que, según Acale, ha sido corregida durante el proceso de elaboración del PEPCH.

Entrar en la bodega González Obregón es retrotraerse a otra época en la que la copita del mediodía se alargaba perezosa al margen del reloj. Otra época en la que las tabernas olían a vino y el tiempo se detenía sobre los carteles taurinos que empapelaban las paredes. González Obregón, en el número 51 de la calle Zarza, es un negocio familiar que ha alcanzado ya su quinta generación y que ejemplifica la supervivencia de la cultura bodeguera portuense.

Comida los sábados

Abierta al público de lunes a domingo como despacho de vinos, sólo los sábados ofrecen comidas caseras. Nada menos que en 1935 fue fundada por José Luis González Obregón. Desde entonces, está inscrita en el Consejo Regulador del Vino y sus caldos gozan de la denominación de origen Jerez- Xérez- Sherry. La primera bodega fue montada en Ricardo Alcón, y poco después en Zarza. Años después se amplió el negocio en las calles Arenas y Santa Fe, donde actualmente continúan las principales instalaciones de la empresa y la mayor parte de sus criaderas y soleras de vinos y brandies.