La aparición 'in extremis' de Antonio López acaba con el Sevilla
El conjunto rojiblanco festejó su cuarto triunfo de Liga en dieciséis jornadas, y supone un resultado preocupante para el Sevilla, al que el paso de las jornadas le aleja de convertirse en una candidatura firme al liderato
Actualizado: GuardarEl encuentro que se movió la primera parte en un terreno físico, en un escenario exigente para ambos equipos, pero sin apenas ocasiones. Pocas para el Sevilla, más suelto, con más ideas y que amagaba con alguna acción del argentino Perotti, Jesús Navas o Negredo, pero sin remates definitivos.
Y menos para el Atlético, al que le costaba muchísimo llegar con garantías al área de Andrés Palop. Apenas contó dos oportunidades, claras eso sí, el conjunto rojiblanco en toda la primera mitad, en dos combinaciones entre Reyes y Forlán, finalizadas con disparos excesivamente cruzados del atacante uruguayo.
Así viajaba el duelo hacia el descanso, con el 0-0 como un resultado inmóvil en el marcador, hasta que un córner desarmó defensivamente a los jugadores del Atlético, incapaces de llegar a un balón alcanzable y aprovechado por el brasileño Renato con un sutil cabezazo por encima de la media salida de Asenjo (0-1, m. 43).
Duro golpe para el conjunto madrileño, aliado con la suerte en el inicio de la segunda parte, primero en el rechace para dejar solo a Forlán ante Palop y luego en el disparo del uruguayo ante el guardameta, cuyo despeje golpeó en Drago camino hacia su propia portería, para meterse de nuevo en el encuentro con el 1-1 (m. 48).
Ese gol de rebote reactivó al Atlético y descentró al Sevilla, aliviado cuando el árbitro castigó sólo con amarilla una falta de Drago, que se interpuso en la carrera de Ibrahima hacia Palop, y víctima en cinco minutos de tres ocasiones sobre su portería, dos de ellas malgastadas por Forlán, muy lejos de su mejor versión.
El partido ganaba en color rojiblanco, más cuando el argentino Duscher se fue a la ducha con dos amarillas en ocho minutos, entre el 64 y el 72, pero el Atlético, en el que Quique Sánchez Flores sustituyó a Reyes tiempo antes, en un cambio discutido por la grada, se atascó en su persecución de la victoria en el tramo final.
Todo parecía destinado al empate hasta los instantes finales, cuando una falta cabeceada por Antonio López desató la euforia del Vicente Calderón con el definitivo 2-1, un resultado que calma la crisis del Atlético y que aumenta las dudas del Sevilla, que sólo ha ganado uno de sus últimos cinco choques de Liga.