«Un hito en la historia del municipalismo»

Luis Pizarro no se cansa de repetir el carácter pionero de las leyes locales aprobadas por Andalucía. No es la primera vez que la Junta de Andalucía adelanta el paso a otras comunidades autónomas en iniciativas con grandes dosis de reforma. No nos olvidemos de la investigación con células madre o las operaciones de cambio de sexo. Lo que persiguen las normas locales es dotar a los ayuntamientos de mayor autonomía y responsabilidad en su gestión. Una responsabilidad que en el caso de la ley de Participación en los tributos de la Comunidad tendrá carácter voluntario. Es decir, los alcaldes que no acepten el nuevo modelo de financiación local podrán seguir acogiéndose al todavía vigente.

En definitiva, es algo parecido a lo que ocurre con el sistema de financiación autonómico, que unas comunidades aceptan y otras no en función de sus intereses. Por ello, será clave la posición que el Partido Popular adopte en el debate de esta ley en el Parlamento. Un voto negativo colocaría a sus ayuntamientos en la disyuntiva de acogerse al nuevo modelo o rechazarlo incluso si les conviene más que el antiguo porque recibirían más dinero. En decir, la ley esconde un dardo envenenado directamente dirigido al corazón del PP, que gobierna seis de las ocho capitales andaluzas. Lo ideal para no colocar a los alcaldes en tales aprietos es que tanto el PP como el PSOE e IU intensifiquen el diálogo en favor de un acuerdo que satisfaga a todos.