Bicentenarios de la libertad
RECTOR DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Actualizado: GuardarEl Bicentenario de la Constitución de Cádiz de 1812 es desde luego el motivo y la fecha-faro que está aunando un variado elenco de proyectos e iniciativas de las instituciones y sociedad de la Ciudad y Provincia de Cádiz.
Es orgullo que seamos capaces de poseer un objetivo común en el que insertar nuestras respectivas contribuciones y esfuerzos. Así, desde la Universidad, tenemos establecidos desde hace años una serie de proyectos que se articulan de cara a esta conmemoración de 1812.
Sin embargo, el Bicentenario de la Constitución de 1812 es sólo el mascarón de proa de toda una serie de bicentenarios y conmemoraciones que tienen en el Cádiz de principios del XIX su foco de atención, época única en la Historia de la Nación.
Por ello, estrictamente, no deberíamos hablar del Bicentenario, sino del inicio de la celebración de los Bicentenarios.
En este orden de ideas, en la Universidad de Cádiz hemos conmemorado en 2008 el bicentenario del fallecimiento de un gaditano universal, el botánico y matemático José Celestino Mutis y Bosio, auténtico ejemplo de una Ilustración que proyectó en América su ciencia con gran repercusión en los nuevos Estados, considerado como uno de los padres de la patria colombiana.
Además, Mutis fue en 1749 uno de los primeros alumnos del Real Colegio de Cirugía de Cádiz; y precisamente en 2009 hemos estamos celebrando los 260 años del comienzo de los Estudios Universitarios en Cádiz, que se iniciaron con el Real Colegio de la Armada.
Este 2010 comienza el bicentenario de las Cortes de 1810, cuando España fue una isla, la celebración de las primeras sesiones de las primeras Cortes Constituyentes reunidas en San Fernando a partir de 1810 para elaborar por españoles de ambos mundos la primera Constitución, esencia de la actual Comunidad política española; Constitución que llegó a aplicarse en América, donde tuvo una proyección política y normativa enorme.
No en vano se inician ahora las conmemoraciones de los Bicentenarios de las independencias de los países que integran la Comunidad iberoamericana de naciones, independencias fraguadas al calor ideológico de la Constitución de Cádiz.
En este contexto, es esclarecedor y motivador considerar al Bicentenario de 2012 de la Constitución de Cádiz como un paradigma, referencia y resumen de otros bicentenarios. Y, en la misma línea, esta conmemoración y fecha-faro no debe hacernos perder de vista que las celebraciones de estas efemérides no son sólo de naturaleza histórica.
Al contrario, debe ser el punto de apoyo que nos sirva de palanca para una profunda reflexión hacia el futuro: qué somos y qué queremos hacer con nuestra tierra y nuestros ciudadanos.
Desde luego, para la Universidad de Cádiz es la ocasión para reflexionar desde el foro universitario sobre los valores compartidos y cómo ese poso común de ciudadanía, división de poderes y principios democráticos se encuentra hoy presente en nuestras sociedades. Análisis que también debe calibrar la evolución de estos valores y su necesidad de adaptación a la realidad social.
De esta forma, los Bicentenarios son un excelente acicate: para la reflexión y el debate sobre el valor de la libertad, lo común y lo diverso en una comunidad política de ciudadanos libres.
Desde la autonomía universitaria y la libertad de cátedra -nuestro privilegio y nuestro deber y responsabilidad- esto nos obliga a reflexionar sobre cómo debe ser nuestra aportación a la sociedad a la que todo debemos: formar ciudadanos en conocimientos y capacidades, formar ciudadanos para que desplieguen sus potencialidades, formar en valores, formar en libertad. Bienvenidos los Bicentenarios que nos envuelven con este poderoso acicate, Bicentenarios que deben ser en realidad nuestras miradas y atisbos del futuro.