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Musaví muestra su identificación durante los pasados comicios. :: AFP
MUNDO

Musaví advierte al régimen iraní que no tiene «miedo a morir»

El reformista planta cara a la represión en la calle y subraya que una orden de ejecución «no resolverá la situación»

MIKEL AYESTARAN
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Mir Husein Musaví se prepara para el peor escenario posible. Tras una semana trágica para la oposición, el líder de la 'ola verde' confesó ayer que no tiene «miedo a morir». Lo hizo, como es habitual, a través de un comunicado en su página web en el que advirtió al Gobierno de que «una orden de ejecución, asesinato o encarcelamiento no resolverá la situación». El cerco se estrecha sobre el ex primer ministro y mano derecha del imán Jomeini durante la guerra contra Irak y, tras seis meses de desafío al Gobierno, uno de sus sobrinos ha sido asesinado, sus colaboradores más cercanos se encuentran en prisión y los clérigos radicales exigen la pena de muerte para los responsables de las revueltas que tienen en su punto de mira al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenéi.

Las autoridades políticas y religiosas del ala ultraconservadora que gobierna Irán apuntan a los líderes de la oposición como los culpables de la inestabilidad y en las últimas horas se ha difundido por las agencias oficiales que Musaví y Mehdi Kerrubi, los dos políticos reformistas derrotados por Mahmud Ahmadineyad en las urnas el pasado 12 de junio, habrían sido trasladados fuera de Teherán a algún punto del norte del país. La información fue negada por el entorno de las principales figuras opositoras.

Nueva ley electoral

En su último comunicado, Musaví analiza la «profunda crisis» que vive el país y propone un camino hacia la paz en cinco etapas. En primer lugar, el líder reformista sostiene que el Gobierno, Parlamento y sistema judicial deberían aceptar su «responsabilidad directa» en lo que está ocurriendo.

Musaví también pide una nueva ley electoral de carácter «transparente» para evitar que se repitan manipulaciones como las del pasado 12 de junio y, por último, exige la liberación de los cientos de presos políticos, libertad de prensa y de manifestarse en las calles de la república islámica.

El régimen, mientras tanto, negó ayer la puesta en marcha de una caza de brujas contra la 'ola verde'. «La detención de los líderes opositores no está en la agenda policial», aseguró Ahmad Reza Radan, alto cargo de las fuerzas de seguridad. En los últimos seis meses las autoridades iraníes mantienen una política de silencio informativo sobre las protestas de la oposición y ayer lanzaron su segundo canal vía satélite para «ofrecer una imagen real de Irán frente a la propaganda occidental».