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Aquí no hay quien dure

Se derrumban ante nuestros ojos verdaderos monumentos a la estabilidad conyugal

ARANTZA FURUNDARENA
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Hace cosa de un año, Pastora Vega cruzaba los dedos y declaraba en estas mismas páginas, al hilo de la sonada ruptura matrimonial de Felipe González: «Ay, por favor, espero que a nosotros no nos ocurra lo mismo». Con ese «nosotros» Pastora se refería a Imanol Arias y a ella. Los dos formaban entonces una pareja con fama de estable que, justo ahora, por estas fechas, debería estar celebrando sus bodas de plata... Eso, si no fuera porque lamentablemente los temores de la actriz se han cumplido. Sí, a ella y a Imanol Arias (quién lo diría) les ha ocurrido lo mismo que a Carmen Romero y Felipe González. Han roto. Y ambos estrenan este año que comienza, separados.

No son, ni mucho menos, los únicos. Si por algo pasará a la historia 2009 es por su altísimo poder disolvente. Sobre todo, en el mundo del famoseo. A lo largo de esos 365 días se han derrumbado ante nuestros atónitos ojos verdaderos monumentos a la estabilidad conyugal: Imanol y Pastora (casi 25 años juntos, y dos hijos), Simoneta Gómez-Acebo y José Miguel Fernández Sastrón (más de 19, y tres retoños), Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal (otros tres hijos y veinte años casados)... Y ya de remate, al filo de 2010, Susan Sarandon y Tim Robbins, que con sus 23 años de unión (y dos hijos en común) pasaba por ser uno de los tandems sentimentales más estables de Hollywood, nos anunciaban que se acabó el pastel. A partir de ahora, no volveremos a verlos juntos. Todas ellas son parejas que habían logrado sobrevivir a la típica crisis de los siete años ('the seven year itch', como la llaman sarcásticamente los anglosajones) e incluso a la de los 17. Pero se han venido abajo de la noche a la mañana, demostrando que amor y eternidad resultan cada vez más incompatibles, pues lo cierto es que aquí no hay quien dure... Lo que se dice toda la vida.

No tan longevas, pero igualmente sólidas parecían las uniones de Paola Dominguín y Manuel Villalta (14 años de relación y una hija en común), Raquel Revuelta y Miguel Ángel Jiménez (quince años de matrimonio y tres hijos), y ya, en el plano internacional, Sean Penn y Robin Wright (trece años salvando baches y dos hijos en común). Pero todas ellas naufragaron en el año que se acaba de marchar. Igual que la del futbolista Guti y la presentadora Arancha de Benito, que tras haber pasado una década sorteando todo tipo de tormentas conyugales, parecían estar ya blindados contra cualquier crisis por tempestuosa que fuera. Por ese mismo motivo (el haber sobrevivido a una inestabilidad permanente, o al menos al rumor constante de ruptura), sorprendió especialmente en junio el anuncio de la separación de la modelo Laura Ponte y Beltrán Gómez-Acebo, que llevaban casados cinco años, los mismos que han durado juntos la también modelo Laura Sánchez y Aitor Ocio. Laura y Aitor tienen en común a la pequeña Naia. Y Beltrán y Ponte son padres de dos criaturas, Luis y Laura. Cuando al mes siguiente se supo que la hermana de Beltrán, Simoneta, también se separaba, empezó a hablarse de 'annus horribilis' en el hasta entonces discretísimo hogar de la infanta doña Pilar, madre de ambos. Y como sólo tres meses después saltó la noticia de la ruptura de Kyril de Bulgaria, y más tarde se materializó el divorcio de la Infanta Elena, la tendencia se hizo extensiva a la Familia Real, y sus aledaños.

Poco se sabe sobre las causas reales (las de verdad) de estas mediáticas separaciones. La mayor parte de ellas, además, fueron del todo insospechadas. No las vieron venir ni los adivinos que lanzan sus vaticinios sobre las vidas de los famosos al comienzo de cada nuevo año. Y es muy posible que un año antes no las intuyeran ni los propios interesados. Es el caso de Norma Duval, quien, tras ocho años de «difícil convivencia», y según ha confesado ella misma, decidió abandonar a José Frade (el millonario que la retiró ) en pleno arrebato.

Satisfecha en afectos

A finales de 2008, Pastora Vega se definía en este periódico y ante esta periodista como «una mujer muy satisfecha en afectos». Y seguramente, no mentía. Hoy, algún malpensado podría deducir que quizá no estuviera hablando entonces de los afectos de Imanol Arias (la sombra de una infidelidad con el también actor Juan Ribó se cierne sobre ella), sin embargo, Pastora, que a sus 49 años no está para tonterías y tiene fama de mujer sincera y clara, manifestó en dicha entrevista su deseo de continuar «para siempre» al lado del padre de sus hijos. Claro que, como ella misma precisó, impresionada por el divorcio de Felipe González y Carmen Romero, «en las cosas del amor, nadie estamos a salvo en nada. Uno hace lo que puede, pero al final pasan muchas cosas. Hay matrimonios que duran toda la vida, otros un pedazo de la vida... Hay muchas parejas que han tenido hijos, que han pasado el tramo más importante de su vida juntos, que han superado un montón de cosas y hay un momento en el que se rompen. Y, bueno, vete tú a saber si me pasa a mí... ¡Ay, espero que no! -exclamó espontánea-. Debe de ser mucho más duro a esas edades en las que a lo mejor la otra parte ya no puede rehacer su vida. Nosotros cumpliremos las bodas de plata a comienzos del 2010». ¿Y las van a celebrar?, fue la pregunta. A lo que Pastora, tal vez porque sintió una corazonada o porque la crisis ya era evidente, respondió con un tímido: «No lo sé».

Difícil lo tiene este 2010 para superar a su antecesor en cuanto a sonadas rupturas. Por suerte (para ellos), permanecen en pie famosísimas parejas como la de Ana Belén y Víctor Manuel y la de Melanie Griffith y Antonio Banderas. Que el dios de la estabilidad conyugal les proteja.

y Kyril de Bulguria anunciaron su ruptura tras el verano.

La modelo Laura Ponte y Beltrán Gómez-Acebo tienen dos hijos.

El futbolista Aitor Ocio y la modelo Laura Sánchez también lo dejaron a los 5 años.

La ruptura de Susan Sarandon y Tim Robbins ha sorprendido en Hollywood.