La valentía del Villarreal vale un punto frente al Barça

No fue una sorpresa. Invitar al Villarreal a una fiesta tiene sus riesgos. Ya aplazó el alirón liguero del Barça la pasada temporada con un 3-3, su sexto resultado positivo en el Camp Nou en la última década, y este sábado fastidió el ofrecimiento de los seis títulos de 2009 al llevarse un empate con todo merecimiento.

El conjunto amarillo, valiente y desafiante, es el primero en puntuar en el estadio azulgrana esta campaña. Y el Barça, pese al 1-1, se mantiene invicto, bate su mejor inicio liguero (temporada 1984-85, con Terry Venables) y como mucho será alcanzado este domingo por el Madrid, que visita Pamplona.

Desde el primer minuto el Villarreal tuteó a un Barça sin Messi, Touré, Keita. Más que eso. Lo desmontó con una presión valiente y decidida en su zona de creación. Piqué no podía sacar el balón, Xavi no encontraba su sitio, Jonathan dos Santos acusaba la inexperiencia y del pulso entre Sergio Busquets y Senna, quizás peleando ya por la titularidad en la selección en el Mundial, saltaban chispas. El conjunto de Pep Guardiola no mantenía el balón y sufría.

El equipo de Ernesto Valverde arriesgó en su planteamiento, con cuatro balas en ataque como Cani, Fuster, Cazorla y Nilmar, jugadores con movilidad e imaginación. Con un achique de espacios milimétrico, adelantado la defensa y empujando a los pivotes hacia arriba, la escuadra amarilla atemorizó desde el inicio sin renunciar a jugar el balón. Y no varió su filosofía ni con el marcador en contra, cuando el Barça se adelantó en el minuto 7 con su primera aproximación. Fue una gran jugada colectiva, con centro desde la banda de Alves, impresionante remate al travesaño de Henry y buena finalización de Pedro, con oportunismo y calidad, recogiendo el rechace.

Un cambio de planes

Mandaba el Barça, pero sólo en el marcador. En el césped el amo era el Villarreal , como se demostró en el minuto 14, con una gran llegada por la derecha de Cani y un cabezazo de Fuster que no entró de milagro. La pareja volvería a intentarlo más tarde...

Guardiola movía la cabeza de un lado a otro, descontento con lo que veía. Nunca se había visto al Barça tan incómodo, aunque por calidad individual todavía dio algún susto, especialmente gracias a un Henry sorprendentemente activo. Pero el Villarreal seguía robando balones muy arriba. En plena locura se reclamaron dos penaltis en un minuto, uno en cada área, de Puyol a Nilmar y de Capdevila a Pedro.

La valentía del Villarreal merecía un mejor resultado y Fuster hizo justicia al marcar con la izquierda tras un centro de Cani en el inicio de la segunda parte, que arrancó con el submarino amarillo atropellando al Barça. Con Messi en la grada, Guardiola dio entrada a Iniesta para cambiar el rumbo del choque. Recién recibida el alta médica tras su lesión en Abu Dhabi, reemplazó a Jonathan, que cumplió pese a que debutar ante como titular en la Liga ante una máquina engrasada como la del Villarreal fue un marrón.

Con el de Fuentealbilla en el campo, el Barça recuperó el control, calmó su juego y pudo marcar con disparos lejanos del propio Iniesta (excelente intervención de Diego López) e Ibrahimovic, pero el balón no entró. Valverde, confirmando su ambición, también quería más y refrescó el ataque con entrada de Rossi por Nilmar. Y el italiano tuvo el 1-2 en sus botas. Puyol lo evitó bajo palos con Valdés superado.

El marcador tampoco se movió con Bojan como último recurso y el partido acabó con el balón volando de área a área y con un reparto de puntos que no contentó a nadie.