Guardiola medita en solitario durante el primer entrenamiento de la semana que efectuó el Barcelona. :: REUTERS
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Un intruso en la fiesta del Barcelona

Sin Messi, Keita, Jeffren ni Touré, los azulgrana tratarán de batir su mejor inicio liguero, las quince jornadas invicto de Terry Venables (84-85) Ofrecerá los seis trofeos de 2009 a la afición antes de recibir a su bestia negra, el Villarreal

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Sólo han sido catorce días, dos semanas escasas que parecen una eternidad. Desde que el Barça conquistó en Abu Dhabi el Mundial de clubes y se fue de vacaciones navideñas, previo bolo en Kuwait, el seguidor azulgrana se ha tenido que conformar con resúmenes e imágenes constantes de los seis títulos. No es poco consuelo, claro está, pero todos quieren más. En vivo y en directo. Y el reencuentro llega ante el Villarreal.

Comenzará con una fiesta, con la plantilla ofreciendo los seis trofeos de 2009 a la afición. Pero huele a sufrimiento. No sólo porque no estarán Messi (con permiso navideño especial), Keita y Jeffren (lesionados) y Touré (en la Copa de África). Tampoco por la duda de Iniesta, casi recuperado de su último contratiempo muscular. El problema es el Villarreal, clásico aguafiestas en las últimas temporadas. Este sábado puede fastidiar otra juerga: el Barça intentará batir su mejor inicio liguero, las quince jornadas invicto de Terry Venables (1984-85).

La última gesta del submarino amarillo en el Camp Nou fue aplazar el alirón liguero del Barça la pasada temporada con un gol de Joseba Llorente en el tiempo añadido (3-3). Fue la sexta ocasión que el Villarreal puntuaba en el Estadi en las últimas diez campañas, con tres empates, tres victorias y sólo cuatro triunfos del conjunto azulgrana. «Llevamos dos años seguidos puntuando. 1-2 y 3-3. ¿Por qué no lo vamos a hacer una vez más?», se pregunta Cani.

Autoexigencia

La respuesta sólo la puede dar Guardiola. «Con el técnico que tenemos seguro que no nos vamos a relajar», ha asegurado Alves. Pero es un encuentro en el que se pondrá a prueba la capacidad mental del Barça para mantener la autoexigencia y la fortaleza mental después de la borrachera de éxitos. Los indicios son buenos: el propio Alves, Maxwell y Márquez, que tenían el mismo permiso de Messi para pasar el fin de año con sus familiares en Brasil y México, regresaron antes de tiempo para preparar un mes de enero repleto de encuentros, con cinco jornadas ligueras y cuatro coperas (si el equipo se clasifica para cuartos de final). Y Messi no volvió porque le obligaron a descansar para que se recupere de su tobillo pisoteado en Kiev.

Pese a la envergadura deportiva del Villarreal, cada día más adaptado al estilo de Ernesto Valverde, Guardiola podría dar la oportunidad a alguno de los cinco canteranos que se están entrenando estos días con el primer equipo: Jonathan dos Santos, Thiago Alcántara, Gai Assulin, Víctor Vázquez y Martín Montoya. El técnico cree en ellos y por eso decidió que el club no enloqueciera con el fichaje invernal de Robinho. Aunque la ausencia de Touré obligará en enero a hacer experimentos en el pivote defensivo para dar descanso a Busquets (Piqué y Márquez podrían adaptarse), ante el Villarreal parecen prematuros los ensayos más arriesgados. El liderato está en juego. El Madrid acecha.