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Muchos vecinos han comenzado el nuevo año limpiando los estragos del temporal. :: JAVIER FERNÁNDEZ
Ciudadanos

«Ha sido una Navidad horrible»

Las inundaciones no han ofrecido tregua y han separado a varias familias, que no han podido compartir mantel en Nochevieja Los habitantes de la zona rural apenas han podido celebrar las fiestas

E. ESTEBAN
DATA.Actualizado:

«No recordábamos algo así desde el año 1996; han sido una Nochevieja y una Navidad horribles, para olvidar». María José Tejero, delegada de Alcaldía de La Greduela, ha pasado el peor Fin de Año que recuerda. Aunque en este caso lo que mal acaba, bien empieza con el nuevo año, la experiencia ha sido traumática tanto para ella como para el resto de vecinos de la zona. Personas que creyeron que nunca más iban a volver a pasar por algo así cuando el gobierno socialista, tras años de espera, les regaló al fin el puente para acabar con la incomunicación de la barriada.

«Anoche -en referencia a la Nochevieja- cenamos como lo podríamos haber hecho un 2 de julio ó 3 de enero, ya que nos tomamos las uvas deprisa mientras nos turnábamos en la bomba para ir evacuando el agua». Tejero cuenta el caso de dos parejas que tuvieron que digerir las uvas de la suerte junto a un transistor que les retransmitió las campanadas.

500 litros de gasoil

«Más de 500 litros de gasoil ha habido que echarle a los motores, pero al final se ha conseguido que el nivel del río baje mucho», relató satisfecha la delegada rural.

No quiso dejar de agradecer su humanidad a Cáritas, que les ofreció alimentos y polvorones. En cuanto al carburante empleado, el Ayuntamiento proporcionó 200 litros, mientras que la organización agraria COAG y la cooperativa de La Barca también han ayudado mucho a los vecinos. No más divertida ha sido la celebración, por llamarla de alguna manera, para los habitantes de El Portalillo, otras de las barriadas más afectadas por las fuertes inundaciones registradas.

«Hemos pasado la noche en vilo, ya que unos iban y otros venían, pendientes constantemente de el motor», indicó Isabel García, delegada de El Portal. Una larga noche también «echando gasoil a las máquinas», que nadie allí va a olvidar jamás.

En general, ha sido una Navidad que dejará huella: «En Nochebuena nos tuvimos que levantar de la mesa». Desde entonces, casi no han tenido tiempo para volver a sentarse.

«Hemos pasado el Fin de Año trabajando y con una candela en la puerta, con un mínimo ratito para tomar las uvas», rememoraba Isabel García ya en el inicio de un nuevo año más prometedor.

Poco tiempo para descansar y mucho para mirar al río, por si hacía falta salir corriendo ante una nueva crecida. Así han vivido en muchas partes de la zona rural de Jerez las fiestas.

Pero quienes se han llevado la peor parte han sido sin duda algunas los habitantes de Las Pachecas. La representante de los vecinos, Toñi Romo, aseguraba ayer que lo han pasado muy mal, con un nudo en la garganta.

Pero, en su caso, ha tenido que sacar fuerzas de flaqueza para consolar a quienes estaban peor que ella. Así, familiares suyos pasaron la noche en el centro de barrio de Las Pachecas. «Nada más tomar las doce uvas nos fuimos corriendo para allá», explicaba Romo. Y es que las desgracias nunca vienen solas: «Hace cinco meses, mi hermana perdió al marido y ahora pasa esto; se han juntado demasiadas cosas».

Hay que tener en cuenta que buena parte de los habitantes de las zonas afectadas se encontraban fuera y las familias, separadas por el temporal.